Síndrome del corazón roto

Corazón débil (PT. 1)

Izuku tenía buen gusto para los regalos a chicas, o al menos eso le dijo Shōto.

Le agradeció mucho su ayuda. Ambos se habían decantado por unos chocolates con alcohol —poco y barato; después de todo solo eran niños y vivían del bolsillo de sus mamis—y una bonita camisa de una banda que le gustaba a Momo.

Para Izuku fue casi como una salida normal. No sentía nada, solo podía sentirse angustiado de estar actuando tan natural.

En un punto se rió y comentó:

—Parece que vas en serio con Momo—No sabía que estaba haciendo, y no quería conocer la respuesta a eso, pero...

—Si... creo que realmente, estoy enamorado.

—...Jaja, eso es genial. Me alegro mucho por ti.

[...]

Al final de la salida Shōto le agradeció una vez más y ambos volvieron a sus casas. De camino a la suya, el pecoso no se sentía nada bien. Me refiero no solo a anímicamente sino también físicamente. Le pesaba el cuerpo y se quedaba sin aliento con rapidez, tanto así que debía hacer pausas al caminar.

Llegó con mucho dolor a su casa. Su madre estaba en la cocina preparando la cena.

—¡Hola Izuku! ¿Cómo te fue? ¿Se divirtieron?— Pero al ver el rostro pálido de su niño, su tono alegre se desvaneció.

Los ojos de Izuku estaban enrojecidos por las ganas reprimidas de llorar, y se apretaba con fuerza una mano en medio del pecho, justo donde yace el corazón.—No me siento bien, mamá...

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Y descuiden que sigue más drama :D ¡pero eso lo veremos en el próximo episodio de Dragón Ball Z!... espera, no.

Gracias y nos vemos xD❤️✨