Escupiendo Sentimientos

LÁGRIMAS

A veces tengo miedo,temo no ser capaz de controlar mis sentimientos, de volver a ser vulnerable a ojos de los demás.
Soy consciente de que no hay palabra que me defina mejor. Confusión. Soy un mar de dudas donde en la orilla rompen olas de desesperación. Un huracán que arrasa todo a su paso.
Nuestras miradas se cruzan fugazmente, aún tiemblo,los nervios se apoderan de todo mi cuerpo. ¿Cómo es posible que siga causando ese efecto en mí? No lo sé,pero lo hace sin la necesidad de rozarme, con su cercanía basta,y aunque fueran cientos de kilómetros los que nos separaran ,sería inevitable que pasara.
La melancolía me invade, se apodera de mi cuerpo.
Una pequeña sonrisa, que como es habitual en mí no muestra los dientes, asoma en mi rostro. Es triste.
Me martirizo día y noche,pero en especial en esta última.
Miro a través de la ventana,la luna asoma en un cielo carente de estrellas,ahí está ella. Triste. Solitaria. Diferente.
Tan fría y carente de emociones ,tan yo.
Es ahí cuando en mi cabeza se agolpan mensajes,fotos, conversaciones, su tacto... Y lo peor de todo,su sonrisa.
Esa puta sonrisa que me cautivó desde el primer momento, y que se había vuelto mi marca de heroína.
Como se le achinan los ojos y se le marcan los hoyuelos cuando esta aparece.
Las lágrimas inician su trayecto y recorren mi rostro. Fluyen como el agua del Río Manzanares en invierno, con una facilidad inaudita. Desembocan en el final de mi mejilla, donde mojan mi ropa y en ocasiones caen al suelo. A la vez mis ojos se tiñen de rayas carmesí, los párpados se hinchan ,dejando entrever las pupilas, que brillan a causa de las lágrimas que está liberando.
Me estoy apagando, consumiéndome como una vela. Lentamente. Sin que nadie se percate de ello. A nadie le importa.