Lucifer - El engendro del diablo ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

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Capítulo 7

A la mañana siguiente, Sapphire se despertó en el sofá del detective Decker. Todavía no se lo podía creer, pero el detective le había ofrecido un lugar donde quedarse, preocupándose lo suficiente como para no querer que dijera en un motel infestado de cucarachas. Era difícil de creer. Un desconocido la había acogido cuando todos los demás querían deshacerse de ella.

Sapphire pronto oyó a alguien en la cocina y olió a comida cocinándose. Se levantó y fue a la cocina para encontrar a Lucifer de pie junto a los fogones. Estaba francamente sorprendida. No se imaginaba al Diablo cocinando para la gente.

Lucifer no tardó en notar una presencia y se giró para ver que su joven camarero había entrado en la habitación. "Ah, ¿ya levantado? Creí que a la mayoría de los adolescentes les gustaba dormir hasta tarde, especialmente los que no se acostaban hasta casi las tres de la mañana."

"No soy la mayoría de los adolescentes. No sabía que el Diablo fuera tan domesticado", dijo Zafiro con una sonrisa burlona.

"¡Retira lo dicho! No estoy domesticada. Cocinar es una buena habilidad para cualquiera. ¿Cómo puede uno esperar tener buena comida si no sabe cómo cocinarla?" preguntó Lucifer. "Sabes, me intrigas. La mayoría me acusa de mentir o de usar metáforas cuando digo que soy el Diablo. O, por supuesto, de estar loco".

"Sí, bueno, si mientes, es asunto tuyo, y si estás loco, probablemente lo mejor sea seguirme la corriente. Si te llamara loco, podrías hacer alguna locura", dijo.

Lucifer se rió entre dientes. "Creo que me gustas más cada vez que hablamos".

Sapphire tuvo que morderse la lengua para no decirle lo que sentía por él. Ella sentía justo lo contrario. Cada vez que hablaba con Lucifer, lo odiaba más. Cada vez que hablaban, se daba cuenta de lo parecidos que eran y lo odiaba. No quería nada en común con el hombre que la abandonó.

Justo entonces, Chloe entró en la habitación. "Veo que todos están despiertos. ¿Dormiste bien en el sofá, Sapphire?"

"Sí. Gracias por dejar que me quedara aquí, detective. Aunque no era necesario", dijo Sapphire.

"Sí, lo era, pero no hubo problema. Ah, y ya que te vas a quedar aquí al menos un tiempo, empieza a llamarme Chloe", dijo.

Sapphire asintió.

Cloe se volvió hacia Lucifer y sonrió. "Preparando el desayuno, ¿eh? Podría acostumbrarme a eso".

Lucifer rió entre dientes. "¿En serio? Eso no fue lo que dijiste la primera vez que intenté hacerte el desayuno".

Chloe puso los ojos en blanco. "Acababa de conocerte y te metiste en mi casa. Tuviste suerte de que no te disparara".

"Al final sí me disparaste, si no recuerdo mal", dijo Lucifer con una sonrisa burlona.

"¿Le disparaste?" Preguntó Sapphire conmocionada.

"Fue un malentendido", dijo Chloe.