没时间了 -Méi shíjiānle- [Luka Couffaine]

⛩零/zéro🗼

—¡Fu ven acá en este instante —le grité a mi leal amigo pero tonto amigo—, no huyas cobarde!

—¡No huyo de ti tonta... —reclamó ofendido desde quién sabe dónde— estoy tratando de no ser atrapado por el maestro!

No puedo verlo, se escondió en alguna parte del templo y solo nos podemos comunicar a través de gritos.

—¡Por eso te estoy buscando, debemos prepararnos para el entrenamiento con nuestras respectivas cajas de los miraculous! —cuando lo encuentre le daré un buen golpe.

—¿Por qué hay tantos gritos aquí? —me tensé al escuchar la ronca voz del maestro, lo miré nerviosa, si Fu no sale ahora estará en grandes problemas.

—Aquí estoy maestro. —rata cobarde.

—¿Qué hacen jugando aquí? —miré a Fu enojada, si el maestro me regaña juro que lo mato— Vayan a las zonas de entrenamiento, deben practicar para ser unos buenos guardianes. —dicho esto dio la vuelta y se marchó en dirección al centro del templo.

—Al fin sales de tu escondite pequeña cucaracha. —mencioné entre enojada y burlona mientras tenía un tic en mi ojo derecho.

Soy más alta que el por 5 centímetros, no es mucho pero es motivo suficiente para molestarle.

—Muy graciosa [___- —no terminó de decir mi nombre por el zape que le di— ¿Y eso por qué?

—Por casi meterme en problemas con el maestro —mi mirada hizo que se ponga nervioso, si las miradas matasen el estaria 100 metros bajo tierra—, agradece que el maestro no nos reclamó nada. De lo contrario ten por seguro que no la hubieses pasado muy bien.

—Hey no es para tanto. —le restó importancia mientras seguía caminando en dirección al la zona de entrenamiento.

Lo mire incrédula. Lo quiero y todo, pero a veces se pasa de idiota.

—No digas tonterías y prepárate que tendremos que permanecer las 24 horas cuidando de los miraculous —vi como Fu estaba a punto de reclamar pero lo detuve— y no puedes reclamar, son órdenes directas del maestro.

—Dime [_____], ¿no te cansas de esto?

—La verdad no —ahora él me miraba incrédulo y yo lo miré sonriente—, me gusta todo esto. Además no quiero defraudar a mi familia, por eso doy lo mejor de mí.

—Entonces tampoco le tienes miedo a pasar la posta —me hice la tonta, quiero que lo diga claramente—, esta bien lo diré, me refiero a que al dejar de ser guardianes perdemos todas nuestras memorias. ¿No te da miedo eso?

—Si lo tuviera no estaria aquí. —me causa gracia lo miedoso que es.

—Vaya amiga mas loca vine a tener aquí.

Mire hacia a delante y me percaté de de que llegamos a las habitaciones de entrenamiento

—Creo que aquí es donde nos separamos Fu, suerte en tu entrenamiento. —dicho esto me dirigí a la habitación donde será mi entrenamiento.