Hopelessness

3 0 0
                                    

No era una tendencia en Twitter que causaba pánico en las redes sociales por una semana, ni mucho menos una noticia del momento que tenía la atención de todos los canales informativos, que después de un tiempo pasaría de moda. Lo que se hallaba allá arriba era más real que cualquier película de ficción con efectos especiales asombrosos, pero con una trama desastrosa; era más real que cualquier criatura mitológica de las civilizaciones antiguas, era más real que cualquier teoría conspirativa creada por algún grupo de "frikis" terraplanistas. Y lo más enervante de todo, es que no se necesitaba un telescopio o alguna herramienta más sofisticada para observarlo, porque "eso" estaba cerca nuestro, y tapaba gran parte del cielo. Sea cual sea su misión a la que había sido enviado, provocaba no sólo pánico y pavor entre las personas, sino también esa sensación que hiela la sangre por no poder encontrar una solución alguna, y por saber que el fin de la humanidad era inminente.

Aquello se trataba presuntamente de lo que parecía ser una nave extraterrestre. Ésta pareció de la nada, literalmente, en un abrir y cerrar de ojos, en la exósfera de la Tierra, y debido a esto los expertos creyeron que viajó a una velocidad muchísimo mayor que la de la luz (hecho que los dejó estupefactos ya que hasta hacía poco se creía imposible). Pero lo más sorprendente no fue la rapidez con la que llegó, sino el colosal e increíble tamaño que tenía la estructura alienígena, que superaba tres veces el tamaño de nuestro planeta, y que dicha inmensidad era inconcebible e inimaginable para la mente humana promedio. Tenía una forma de pirámide de color plateado opaco cuya cúspide apuntaba hacia nosotros, sus caras no eran completamente lisas, sino que poseían angostos pero largos escalones que evidenciaban la artificialidad y complejidad de la enorme estructura. Los propulsores, posiblemente, se encontraban detrás, pero no podíamos verlos

Repentinamente, los lados de la punta de la pirámide se desplegaron, dejando a la vista un fondo negro en la cúspide, y ese agujero emanó una luz verde brillante. El resplandor se hacía cada vez más intenso y grande. El peligro se volvió evidente e inminente, los seres (o dioses) provenientes de otro planeta estaban apuntando un arma incalculablemente poderosa hacia nosotros, seguramente más poderosa que cincuenta estrellas de la muerte juntas. Millones de personas de personas conscientes de esto empezaron a gritar aterrorizadas y correr alborotadas hacía cualquier lado, otra gran parte abrazaban llorando a sus familias, amigos y conocidos, y unos pocos observaban felices este acontecimiento apocalíptico debido a sus creencias religiosas (o a su locura). Los centros urbanos en este punto, eran un completo caos. No existía arma alguna que pudiera hacerle frente a tal descomunal obra arquitectónica proveniente de una civilización varios milenios más adelantada tecnológicamente que la nuestra, y haberlo intentado habría sido un desperdicio de tiempo y fe. Ni siquiera la bomba del Tsar de la U.R.S.S., ni la Castle Bravo de los Estados Unidos, ni todos los misiles nucleares de las potencias mundiales juntas podrían haberle hecho un pellizco. Todas las criaturas vivientes de la Tierra estaban en manos de la decisión de estos seres alienígenas, que, si venían a visitarnos justo a nosotros después de haber atravesado miles de años luz, definitivamente esto no era una excursión de niños exploradores ni una coincidencia. Los segundos estaban contados, nuestro hogar estaba a punto de ser exterminado de la forma más indigna y violenta posible, como si la existencia nuestra fuera algo insignificante para el vasto universo.

De pronto, la luz verde brillante se apagó progresivamente, el agujero negro en la cúspide se cerró volviendo a mostrar la cúspide de la nave. La estructura se iluminó de un patrón de líneas de color azul metálico oscuro, y desapareció bruscamente a gran velocidad, tan así que se sintió un ligero temblor en la Tierra. Nadie sabía qué pensar a estas alturas, a la civilización le costó unos años recuperarse del trauma y las secuelas que dejó este suceso histórico. Y si bien, no se conocía el propósito fundamental de estos alienígenas, se especuló que la supuesta arma no era en sí un arma, sino una especie de escáner. Por lo tanto, esta vez no vinieron para atacarnos, vinieron para observarnos.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 21, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

HopenesslessWhere stories live. Discover now