Capítulo 4

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- ¡Bájate, Tom! sí que pesas -dije riendo, tratando de safarme de su sofocante mirada-. 

Duramos riendo un tiempo hasta que me quedé dormida, estaba soñando algo muy raro, estaba Tom, y una de las zorras, mejor dicho, la zorra mayor, estaban besándose, y yo corría por el pasillo de la escuela para salir a las cachas de béisbol, hacía calor, un calor horrible, desperté, creo que el calor provenía de mi compañero. Tom estaba abrazándome por la cintura, tenía una rodilla metida entre mis piernas y la otra pierna encima de las mías, me respiraba justo en el cuello, algo que hacía que se tensaran todos los músculos de mi vientre. Me estremecí, pensé que había pasado algo esa noche, así que bajé mi vista a lo que llevaba puesto, la misma camiseta estaba su puesto, y sentí mis bragas, todo bien por acá, lo miré y el tenía sus boxers bien, me traté de levantar pero me era imposible.

- Buenos días -dijo bostezando-.

- ¿Qué tal? ¿sabías que roncas? -dije riendo- 

- ¿Qué? Pero claro que no, nunca nadie me había dicho que ronco -dijo frunciendo el ceño-

¿qué? ¡pero que estúpida fui! Claro que no era la primera en dormir con Tom, o bueno, tal vez en dormir sí, supongo que las demás habrán tenido sexo con el, eso era lo único que me aliviaba un poco.

- Pues las OTRAS no han sido sinceras contigo -dije haciendo énfasis en la palabra otras-

- Tan vez sea cierto lo que dices.

- ¿Qué hora es? -pregunté, tratando de evadir las ganas de golpearle en la cara-.

- Las siete treinta, Ani.

-Mierda, mierda, mierda, Tom. ¡levántate! -grite, mientras me paraba bruscamente- ¡la escuela! Llegaré tarde a la escuela, nunca llego tarde, si no te apresuras me iré sin ti -le dije con un tono amenazante-

-No serías capaz de dejarme acá solo.

-No sabes de lo que soy capaz -le dije mientras entraba al baño- 

Llegamos a la escuela juntos  y todo el mundo nos miraba raro, me sentía rara, nunca había llegado a la escuela con alguien, y Tom, pues él era él, era muy atractivo y tenía a todas las zorras detrás suyo.

- Hola, Tom. -dijo  Dakota LA ZORRA MAYOR- 

Él se limito a hacerle un gesto con la cabeza para seguir hablando conmigo, lo que me lleno de esperanza, ¿esperanza de que tom dejara a la zorra por mi? No, ella está buena, y a mi solo me ve como una amiga.

- Me preguntaba si te gustaría salir conmigo en la tarde...ya sabes.

-Lo siento -la interrumpió- esta tarde tengo planes con Ani.

- Vamos, Tom, deberías juntarte con gente de tu clase, nuestra clase.  Estar con ésta basura -dijo señalándome- no le vendrá nada bien a tu apariencia.

- Al menos le vendrá mejor que estar con un zorra. -dije-

¿Qué? mierda, otra vez pensando en voz alta, ahora me hará la vida imposible en la escuela, pero creo que no tanto, he sido la única capaz de decirle zorra en la cara, Tom me miró con una enorme sonrisa, me abrazó y prosiguió diciendo.

- Ana tiene razón, las zorras me hacen peor peor, así que si me disculpas -dijo empujándola- tenemos cosas que hacer. 

Fuimos a la cafetería y nos sentamos, se quedó mirándome.

- ¿Pasa algo? -me preguntó-

-Acabo de arruinar los años que me quedan de existencia en la escuela. 

- Já, vamos Ana, eres la chica más valiente que he conocido, anda, que hoy tenemos muchas cosas que hacer. 

- ¿como qué? 

- Pues no sé, pero he mentido a Dakota, y si no hacemos algo ésta tarde, seguirá llamándome y no quiero follar hoy -dijo riendo-

- Claro, los martes no son días para follar, sino para estar con tu amiga la inexperta y ocultarte de tus ligues.

- Ya comprendes, ahora vamos. -dijo sonriendo-. 

Hola, perdón ayer no subí nuevo capítulo, pero desde hoy serán diarios. ♥

Enamorada de mi amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora