' Porque Apolo Lestrange no quería involucrarse con la magia oscura,
porque el joven Lestrange no era malo,
porque Harry Potter no fue la única persona que se sacrificó,
por eso y mucho más... '
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Los días para Apolo Lestrange habían pasado volando desde que llegó a Hogwarts y aún más desde que Rebecca Potter lo había invitado a su fiesta de cumpleaños en la torre Ravenclaw aquella noche, le parecía simplemente increíble
Sus padres se habían encargado de enviarle cada tanto alguna que otra carta, pero ninguna con textos muy elaborados, simplemente tres cartas en lo que iba su estadía en el castillo; ya estaban a finales de octubre y todavía le parecía que había sido ayer que había arribado a Hogwarts en el Hogwarts Express
Para su suerte, los castigos con la arpía habían terminado, se les había extendido durante una semana, en la que su sangre sirvió como tinta y la pluma de Umbridge como un bisturí sobre el dorso de su mano; aún recordaba el escándalo que habían hecho Theo, Blaise y Draco al enterarse de la clase de castigos que otorgaba la mujer que siempre vestía de rosa, Draco le había sugerido que podría enviarle una carta a Lucius, el padre del ojigris, quien tenía bastante poder sobre los empleados en el ministerio, para que le anulara los castigos, pero Apolo había desistido de esa idea, por más tentadora que sonaba, el castigo debía cumplirlo hasta terminarlo, de lo contrario, le demostraría a la mujer, signos de debilidad
El frío en Hogwarts se hacía cada vez más presente, las hojas de los árboles del bosque prohibido habían caído ya al piso desde hacía una semana, y el sauce boxeador cada que se sacudía, lanzaba en todas direcciones, montones de hojas, el viento era cada vez peor
El invierno no había llegado aún, la nieve tampoco, pero el frío en el castillo comenzaba a aumentar, y los Slytherins comenzaban a sacar sus bufandas y hasta empezaban a usarlas en la sala común debido a que estaban en las mazmorras del castillo y ahí era donde más frío hacía
El desayuno se lo habían perdido, Apolo era una persona madrugadora, pero claramente sus amigos no, y cuando intentó despertarlos a eso de las ocho de la mañana, lo sacaron a patadas del cuarto, así que Apolo los había esperado en la sala común con un libro de encantamientos avanzados; había optado por ponerse unos pantalones muggle que había comprado a escondidas de sus padres, de color negro, unas zapatillas urbanas también negras y una remera mangas largas blanca, pero luego pensó, que si después de almorzar iban a Hogsmade, se congelaría, así que tomó un suéter blanco y una capa gruesa de color café, sus guantes negros, gorro de lana gris y su bufanda de Slytherin y para eso de la una de la tarde, Apolo, Blaise, Draco, Theo y Pansy se dirigieron al Gran Comedor para comer sus almuerzos e irse a Hogsmade
— ¿Qué haremos en Hogsmade?—preguntó Theo con la boca llena de puré de patatas
— Theodore haznos el favor de hablar cuando no tengas tu boca llena de comida, das asco.—interrumpió Pansy mirando ceñuda al castaño, quien se encogió de hombros en su asiento
— Yo propongo ir a Honeydukes y de ahí a las tres escobas.—dijo Apolo sirviéndose más patatas fritas en su plato, para acompañar la lasaña de verdura, sí, solía hacer combinaciones extrañas de comida que a él le encantaban
