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Narra Jimin.

Esta semana estuvo algo intensa: Yuna no paraba de seguirme, algunas reuniones con los directores, muchas salidas con mis amigos y mí novia.

Con respecto al tema de Yuna, a cada lado que yo iba, ella iba detrás mío. No le comenté este tema a Seo porque se amaría un gran problema y eso es lo que menos quiero.

En este momento, me encontraba con Seo sentada en mis piernas, mientras yo jugaba con la computadora con JungKook, en mi casa. La semana pasada, había hablado con el padre de ella para que la autorice a venir con los chicos y conmigo al viaje a Busan. El señor Go, soltando varios suspiros, aceptó.

-¡Si!- exclamé, abrazando a Seo.

-¿Ganaste?- preguntó, apagando su celular y dejándolo encima del escritorio en donde estaba la computadora.

-Sí- respondí -¡Te gané, Jungkook!- le dije a mí amigo a través del micrófono de la computadora.

-¡Hiciste trampa!- exclamó.

-Sabes que eso no es cierto- le contesté, riendo.

-Bueno, chicos, tengo que irme. Adiós, Seo- se despidió Jungkook y cortó la llamada.

-¿Que quieres hacer ahora?- le pregunté a mi novia, dejándole un beso en la barbilla.

-¡Podemos probar estas mascarillas que compré!- exclamó, sacando unas bolsas que contenían las mascarillas de su mochila.

Hoy era sabado y Seo se quedaba en mi casa, así que teníamos todo el día y la noche para probar los productos que ella había traido. Una parte de mí, quiere que mí cara no agarre ninguna alergia antes todos esos productos.

Vi que esas mascarillas tenían formas de animales, pero no me negaría a ponerlas en mi cara con Seo -que quede claro, que lo hago por ella-. Se levantó de mis piernas para, luego, agarrar mi mano y tirar de mi para caminar hacia el baño. Seo también había traído binchas para que el pelo no se nos cayera en la cara y se terminara pegando a nuestras caras. Seo tenía una de gatito y yo una de oso.

Mi novia me lavó la cara con agua antes de aplicarme la mascarilla con forma de oso panda. Ella hizo lo mismo y se aplicó la misma mascarilla.

-Somos muy goals- dijo ella, acomodándose la mascarilla frente al espejo.

-Sí que lo somos- estuve de acuerdo con mí novia -¿Y ahora que hacemos?- pregunté. Esta era la primera vez que hacía este tipo de cosas y no sabía cuál era el segundo paso.

-Esperar y después lavarnos la cara para ponernos una crema- me explicó.

Seo salió del baño y fue a sentarse en mi cama, yo fui y me senté a su lado. Ella agarró su teléfono y empezó a ver sus redes sociales. Yo, cuidadosamente, rodeé su cuerpo con mis brazos, tratando de que mi cara no toque su cabello y se pegue todo en mí cara.

-Ya casi es tiempo de sacarnos las mascarillas- dijo, dejando su celular en mí mesita de noche. Se giró hacia mí y pasó sus brazos por mí cuello, apoyando su cabeza encima de la mía.

-Te quiero mucho, bebé- dije, dejando un beso en su cuello.

-Yo te quiero más- me respondió, dejando un beso en mi cabeza.

Ya era tiempo de sacarnos las mascarillas y enjuagarnos las caras. Caminamos al baño para sacarlas de nuestras caras, mojarnos los rostros y luego Seo aplicó la crema en ambos.

-Listo- avisó, cerrando el pote de la crema.

-Estoy mas guapo- mencioné, tocando mí cara, mientras me veía al espejo.

-No es algo nuevo- me miró.

-Tu no necesitas nada de eso- dije, abrazándola por los hombros -Eres hermosa sin todo eso- sonreí y dejé un sonoro beso en su mejilla

-Tu tampoco necesitas eso- dijo, tocándome la cara -Pero mira que novio mas gupo tengo- agarró mi cara para besar repetidas veces mi mejilla.

-Ven aquí- Seo se tiró encima mío haciendo que yo agarrara sus muslos y ella, con sus piernas, rodeara mi cadera -Vamos a buscar comida- dije, abriendo la puerta de mi habitación.

Bajé las escaleras con Seo encima mio, ella decía que pensaba que, en cualquier momento, iba a soltarla y dejarla caer, pero no fue así. Era muy gracioso verla gritando pidiendo que, por favor, no la soltara.

-Tranquila, ya estoy en tierra firme- le avisé, caminando hacia la cocina. Dejé a Seo en la mesada y yo me dirigí hacia heladera a ver que había para comer. Para mi suerte, solo encontré bebidas.

-¿No hay comida?- preguntó y yo negué con la cabeza, cerrando la heladera.

-¿Que quieres que pidamos?- pregunté, apoyándome en la mesada cerca de de ella.

-¿Comida china?- preguntó, levantando sus cejas. Se veía realmente adorable.

-Eres super adorable- dejé un beso en su boca, mientras sonreía.

-Tu no te quedas atras- me guiñó un ojo, bajándose de la mesada -Ve a pedir la comida- me dio un golpe en el hombro con su mano.

-Siempre arruinas estos momentos- solté una carcajada.

-Cuando se trata de comida, no puedo- dijo, encogiéndose de hombros.

Mientras ella seguía en la cocina, yo fui a la sala para ordenar la comida china, nuestra cena. Cuando volví con Seo, la encontré comiendo de un paquete papitas fritas. Solté un carcajada, que provocó que ella de un pequeño salto en su lugar del susto.

-¿Qué miras?- preguntó, frunciendo el ceño.

-Lo tierna que te ves cuando comes-le respondí y me acerqué a ella.

-¿Ya ordenaste la comida?- preguntó, limpiando su boca.

-Sí. Ven, vamos a la sala- agarré su mano y la llevé conmigo para esperar la comida.

Ella se sentó en el sofa y yo a su lado, apoyando mi cabeza en su pecho mientras rodeaba con mis brazos su cintura. Seo empezó a acariciar mi cabello. El timbre sonó interrumpiendo nuestro hermoso momento.

-Yo voy- le avisé, caminanado hacia la puerta. La abrí y un chico, que estaba esperándome en la puerta, me entregó la comida. Le di el dinero y se fue -Aquí está la comida- dejé la bolsa llena de comida en la mesa y fui a la cocina es busca de las bebidas.

Luego de cenar y el lío que dejamos de la cena, subimos a mi habitación. Seo había agarrado su pijama y se fue a cambiar a mí baño. En cambio, yo me cambié en mi habitación.

-Oye, tapate- pidió Seo, entrando a la habitación, al verme solo con unos pantalones de deporte y sin camisa.

-¿Para qué? Si me verás varias veces así- dije, acostándome a su lado

-Pervertido- murmuró ella, abrazando mi cintura.

-Pero así te gusto- la miré, sonriendo.

-Sip- respondió, cerrando sus ojos.

Editado: 30/05/2021.

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