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Narra Seoyeon.

Nuestros amigos y yo habíamos planeado quedarnos tres días en Busan como para festejar el fin de clases y el —casi— fin de año . En este mismo momento, estaba haciendo mi maleta para mañana, ya que no tuve demasiado tiempo para haberla hecho en estos días.

El sol se estaba yendo y el cielo se estaba oscureciendo. Yo aún estaba revisando de que no faltara nada en mi pequeña maleta y en mi bolso de mano. No quería gastar dinero en Busan por cosas que me había olvidado aquí en casa.

—Hola, bebé— escuché la voz de mi novio detrás mío. Di un pequeño salto en m lugar por el susto que me había provocado Jimin.

—¿¡Qué mierda!?— exclamé, con una mano en mi pecho. Me di vuelta encontrándome con mi novio entrando mi ventana. 

—Hola— me saludó, acercándose a mi con una sonrisa dibujada en su rostro.

—¿Qué haces aquí?— pregunté, tratando de clamar un poco mi respiración.

—Vine a pasar la noche con mi novia. Tengo mi auto abajo, así nos iremos juntos mañana— me explicó rodeándome con sus brazos. 

—Todavía sigo sin creer que estas aquí— pasé mis brazos por el torso de Jimin.

—¿Ya habías cenado?— preguntó.

—Sí, ¿tu?— pregunté.

—Sí, antes de venir aquí— asintió y besó mi mejilla.

—¿Por que me asustaste de tal forma?— pregunté con mi ceño fruncido, mostrándome confundida. Cuando terminé de formular mi pregunta, Jimin empezó a reír.

—No iba a entrar por la puerta principal de la nada, que me viera tu padre y, luego, me mate— me respondió. Yo solté una carcajada.

—Tiene sentido— me encogí de hombros.

—Hoy sabes que no nos podemos quedar hasta muy tarde haciendo mascarillas— me dijo él, aguantando una risa.   

—Eso es una pena, pero compré algunas para llevar— lo solté para ir a mi bolso en busca de los productos  y mostrárselas.

Narra Jimin.

—Ven, vamos a dormir. Mañana nos pondremos todas las mascarillas que quieras— dije, sacándome mi camiseta.

Dejé que Seo me mostrara todos lo productos de belleza que iba a llevar para usarlos en nuestros rostros, pero ya era muy tarde y mañana tendría que manejar unas cuantas horas hasta llegar a Busan. Además, tenemos que levantarnos temprano para después no perder nuestra reservación en las cabañas.

—Oye, todavía no me acostumbro a verte así— soltó una risa nerviosa.

—¡Oh!— exclamé, acercándome a ella —Ya me verás así en otras situaciones— susurré en su oído.

—Basta— ella se alejó  de mi con las manos en sus mejillas. Yo solté una carcajada —Voy a ponerme la pijama— me avisó, caminando hacía el baño.

—¿Necesitas ayuda?— le pregunté, con una sonrisa juguetona.

—¡Basta!— exclamó, antes de cerrar la puerta del baño. 

Cuando Seo salió del baño, se acostó a mi lado y se dio la vuelta para apagar la luz de su mesita de noche. Mi brazo estaba debajo de su cabeza, mientras mi mano acariciaba su hombro. Ella tenía un brazo rodeándome el torso.

—Te va a gustar Busan— dije, mirándola.

—¿Cómo sabes eso?— preguntó, pegándose mas a mí.

¿Por qué?→𝐏. 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora