"Es una temporada para dar amor, así que creo que deberías darme todo tu amor."
Hogar de los Min,24 de diciembre.
Primeras veces y palabras dulces.No podía creer que se encontraba de pie justo frente a la puerta de su novio, sus manos temblando y sudando como si la expresión de su cara no demostrara lo suficiente nervioso que se sentía.
Muchas personas no le toman importancia a las primeras veces, él sí y por suerte su querido novio lo comprendía. Sonrió tímidamente cuando la puerta fue abierta, un par de mejillas sonrojadas sobre piel blanca que le hacía saber que no era el único pasándola mal.
—¿Estás seguro Jinnie? No quiero que te sientas presionado de alguna manera, sabes que esto no es algo importante y siempre esperaré por ti.—
Sonrió ante las palabras de su novio. Sabía que no estaba listo, tenía miedo de no ser lo suficiente para él aunque YoonGi no fuera ese tipo de chico, nadie puede culparlo de tener inseguridades. Pero definitivamente lo quería, sin duda alguna.
—Ah, Gichi. Siempre preocupándote por mí. Está todo bien, estoy listo y si en algún momento siento que no tú estarás ahí para cuidarme.—
El pelinegro asintió tomándolo de la mano. Llevándolo hacia el sofá de su sala, había preparado frituras, sodas y golosinas, lo suficiente para tener un rato agradable.
—Elegí un maratón de comedias románticas, creí que podría gustarte. Tuve la ayuda de JaeMin en esto.—
Se sentó en el sofá junto a su novio mientras reproducía la primera película en Netflix, se sentía tranquilo pero notaba a Jin un poco tenso. Para él era complicado a veces dar palabras de amor y consuelo, era bueno escribiendo y expresando sus sentimientos así. Optó por acariciar su muslo con ternura pero tal vez esa no fue la mejor opción, ¿Han visto a los gatos ponerse ariscos? Podía compararlos con Jin en este momento.
—Lo siento, sólo estoy nervioso.—
— Espérame en la habitación, ¿Sí? — Observó al chico de piel pálida que tanto amaba dudar, sonrió cálidamente para mostrarle que estaba seguro esta vez aunque fuera todo lo contrario. Después de ver películas un largo creía que la hora correcta había llegado, solo deseaba no estar tan nervioso e inseguro.— Tómate tu tiempo, Jinnie. — Lo vio asentir y subir las escaleras una por una, sin ningúna pizca de incentivo hacia él.
En cuanto el pálido chico desapareció de su vista, corrió al baño principal que se encontraba en la primera planta. Dejó soltar un largo y pesado suspiro, sus ojos comenzaron a picar mientras se despojaba de la sudadera.