Página diecinueve

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Al día siguiente, Louis entró en el aula como un fantasma cabizbajo y sin parar de soltar suspiros lastimeros por doquier, todo lo contrario que su compañero Liam, el cual estaba pletórico.

-Anímate hombre, la vida es maravillosa-dijo el ojimiel tirando su mochila en su asiento y sentándose en su mesa.

Louis hizo una mueca de desagrado y se dejó caer en la silla.

-No puedo estar feliz, Harry no tiene más remedio que irse...hoy será su ultimo día en esta Universidad.

-Lo siento, ya ni me acordaba de eso...menudo problema.

El ojiazul chasqueó la lengua con fastidio y maldijo en voz baja.

-Yo le he conseguido un buen trabajo pero no he podido ayudarlo con lo de encontrar una casa donde vivir-se lamentó.

-¿Casa?...¡Casa!, ¡eso es!...¡una casa!-exclamó el ojimiel nuevamente entusiasmado.

-Si una casa, ¿Qué ocurre, Liam?, ¿Acaso te has vuelto loco?

-Una casa...yo sé quien tiene una, amigo...el problema de Harry se arreglará dejamelo a mi.

Louis frunció el ceño, mirándolo sin entender nada.

De repente el ojimiel salió corriendo del aula, dejando al ojiazul muy confuso.

-¿Y a éste qué demonios le pasa?...está a punto de empezar la primera clase y ahora se larga.

El ojiazul se encogió de hombros y siguió suspirando y lamentándose de su desdicha.

Poco después, Liam volvió a aparecer.

-Adivina qué.

-Oye no estoy para tus juegos.

-Venga Louis, adivina que buena noticia te traigo.

El ojiazul hizo una mueca de fastidio.

-¿Hay dos por uno en cervezas en el bar de la esquina o qué?

-Oh vamos Lou...es mucho mejor que eso.

-Hay no sé...dime lo que sea ya...no estoy de humor.

El ojimiel chasqueó la lengua, lo sujetó de los hombros y lo abrazó fuertemente.

-Harry ya no se irá.

-¿Qué?...¿cómo?...¿Por qué lo dices?-preguntó el ojiazul nervioso levantándose de su asiento.

-Encontré la solución pero no podéis decírselo a nadie.

-¿Qué?...¿Por qué?

En ese preciso instante la maestra de Teoría y práctica del juego entró para dar la clase.

—Chicos...sentaos por favor.

Liam miró fijamente a su compañero antes de obedecer.

-¿Confías en mi?

Louis asintió.

—Claro.

-Pues en el descanso te lo explico todo y después buscaremos a Harry, ¿De acuerdo?.

El ojiazul no entendía nada pero estaba tan desesperado que necesitaba creer en que todo se arreglaría al fin.

-De acuerdo, Li...hablaremos entonces.

hablaremos entonces

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33. Hasta que nos volvamos a encontrar. TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora