Volver a ti

• Lagrimas

Mangel suspira, avanzando a paso lento por las pequeñas colinas que lo llevan hasta su casa, pudo usar el enorme camino que había construido con alexby pero esta vez no tenía ninguna prisa de llegar hasta su hogar.

Se sentía vacío, como si todo el mundo a su alrededor hubiera perdido el color, rodeándolo de un triste ambiente. Repasaba una y otra vez en su mente lo que había sucedido momentos antes.

El cómo su vida se fracturó en unos pocos instantes.

Otro suspiro escapó de sus labios cuando recordó lo feliz que era esa misma mañana. El despertar con una lista llena de cosas que hacer, y que fue cumpliendo diligentemente

Primero había sido la sesión de pruebas para el traje junto a vegetta, les había tomado más tiempo de lo esperado pero todo con tal de encontrar el traje perfecto...una lastima. Después de eso fue en busca de alexby, pues tenían que debatir sobre los diseños y demás propuestas para los arreglos de la fiesta.

Cuando recibió una llamada de su prometido, pidiéndole ir a verlo de inmediato. Mangel nunca se esperó lo que venía a continuación.

Los recuerdos se reproducen en su cabeza de forma borrosa y errática. Recuerda llegar a casa de Lolito con una sonrisa, que es cambiada por una mueca cuando su prometido abre la puerta y pude notar sus ojos ligeramente irritados. Esta vez no es recibido con un abrazo o el amoroso "Mi niña" que tanto recita Lolito. Recuerda haberle preguntado si se encontraba bien; si algo le dolía, o si alguien lo había molestado poniéndole alguna mina, o destruyendo algo en sus casa.

Lo siguiente se reproduce en cámara lenta, pues Lolito niega cualquiera de esas cosas.

Y entonces...

Su mundo entero se cae a pedazos.

Apenas puede recordar las palabras que fueron dichas, sus oídos zumban en un pitido que lo hace sentir lejos de la realidad, perdido en la visión del anillo que momentos antes reposaba en el dedo anular de su prometido, pero que ahora está sobre la palma de su mano.

- ¿por qué ? - pregunta consternado, con las lágrimas aglomeradas al borde de sus ojos.

Todo lo que sigue a esas palabras es un total caos, pues gritos  y  cosas son lanzadas al suelo, rompiéndose en mil pedazos, hasta que finalmente el chico de larga cabellera naranja cae sobre sus rodillas, con las manos en su rostro y un vago intento por ahogar los sollozos que escapan de su boca.

Todo por un mal entendido, por algo que él mismo había provocado sin darse cuenta.

¿Cómo es que no lo había notado hasta ahora?

El mismo había plantado la semilla que dio paso al mar de inseguridades en su prometido, y él las alimento; con cada rechazo de su parte y con cada vuelta una vez comenzaba a sentirse solo. Por que fue un maldito egoísta pensando que Lolito siempre estaría ahí, con los brazos abiertos y perdonando cada una de sus estupideces.

Que siempre haría cualquier cosa por el, por que estaba loco de amor.

Y el igualmente estaba loco de amor, pues lo que había empezado como un simple juego para darle celos a Rubius se había vuelto real. Amaba a Lolito más que a cualquier otra cosa en el mundo, pero había sido un total idiota.

 Y ahora pagaba el precio de sus errores.

Estaba tan perdido en el dolor y sus recuerdos que se sorprendió cuando estuvo finalmente frente a su casa; totalmente desganado paseó sus dedos por el panel, introduciendo el código que abría la puerta. Una vez dentro y con la puerta cerrada se deslizó por esta misma, totalmente destrozado, dejando que las lágrimas escaparan libremente y cayeran al piso mientras se hacía un ovillo.

Las palabras de Lolito se repetían en su mente una y otra vez clavándose en su corazón sin piedad alguna, junto a la mirada fría y cansada de su ahora ex novio y prometido.

" Deja de mentirme a mí y a ti ¿Cuanto más tengo que humillarme para que estés satisfecho?, sé que toda esta farsa de la boda es solo un intento más para Rubén regrese a tu lado "

Los sollozos aumentan de nivel al igual que sus lágrimas ante el recuerdo. Deseando que todo esto sea solo un mal sueño, que pronto despertara al lado de su amado y juntos seguirán con los preparativos de su boda.

"No soy idiota, los escuche hablando sobre el picadero... es por eso que decido acabar con esto aquí y ahora, así que vete Mangel, vete y no vuelvas nunca mas"

Se odia así mismo por aquella estupidez, por haberle seguido el juego a Rubius sin darse cuenta de la gravedad del asunto al traer el recuerdo de su única infidelidad al hombre que ama; aferrándose con dolor al anillo en su mano, susurrando entre sollozos el nombre de su amado. 

Para finalmente dejarse hundir en lo profundo de su miseria y llorar hasta quedarse dormido.

Los orbes esmeraldas se pasean por el cielo nublado, perdidos en algún punto del caótico cúmulo de nubes negras que comienzan a tronar. 

No pasa mucho tiempo cuando las primeras gotas caen sobre su rostro, y aunque la lluvia comienza a tomar fuerza , el se mantiene ahí; estático entre la fuerte tormenta que no tarda en empaparlo por completo y entonces se permite volver a llorar, desahogando todo el dolor acumulado en su pecho.

¿Cuánto más seguirá llorando por el?

Por el dolor que le provocan todos los pensamientos de ser un simple juego.

Dolía demasiado el saberlo y aceptarlo finalmente.

Sintiéndose solo y perdido, sin un hombro en el cual llorar, o alguien que lo escuchara en sus arrebatos de desahogo. O eso creía hasta que un rostro familiar cruza su mente. 

Finalmente después de un largo silencio bajo la lluvia, se gira en dirección a las enormes torres de madera que sostienen en el centro aquel ojo hecho de piedra luminosa.

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Mae govannen Eruhíni ~

Bueno pues este es el primer capítulo de mi Au medio raro jajaja, sinceramente no se cuantos capitulos tendra, a lo mucho me gustaria que esta historia tenga 6 o 7 capítulos. Aviso de una vez que soy horriblemente lento para escribir Fics "largos" asi que tenganme paciencia porfis ;;  sin mas que decir espero disfruten de esta historia <3