chapter three

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La primera semana luego de las vacaciones se les pasa volando. Poco a poco Alba había conseguido que su nuevo amigo se sintiese más cómodo con ella y sus amigas, y no se podía sentir más feliz cuando llegaba al cole y le saludaba con un tímido abrazo al verla.

Es por eso que le sorprendió que no le dijese que hoy era su cumpleaños.

El día de Alba había comenzado como cualquier otro, se había despertado por la mañana cuando su padre se despidió de ella y tras vestirse había bajado a desayunar con su hermanita y su madre. Marina ya casi conseguía llamarla por su nombre, un tierno "Aba" se le escapaba cuando ella le hablaba para llamar su atención, sobre todo cuando conseguían jugar juntas. Y hoy no fue la excepción, solo que esta vez su pequeña hermana le pedía un poco de su fruta picada ya que ya se había acabado todo su cuenco. Sin pensárselo dos veces Alba compartió, llevándose una tierna sonrisa de su hermanita y un beso en la mejilla por parte de su madre al verla ser tan cariñosa.

Corrió escaleras arriba a por su mochila cuando la Rafi le dijo que ya se iban, y luego de lavarse los dientes, bajó y se colocó el abrigo mientras su madre le guardaba la merienda dentro de una bolsita de papel. Con su ayuda también se colocó la bufanda y salieron, no era una mañana muy fría, por lo que Alba insistió en que caminaran y así podía ver los animales que la gente sacaba a pasear por la calle. Desde que Alba vio como una señora paseaba a un gatito todas las mañanas le buscaba con ojos curiosos a ver si podía volver a observar al gatito blanco con naranjo caminar por la acera del frente.

Y lo vio, por lo cual llegó más emocionada a su salón de clases casi corriendo para contarle a sus amigas. Esta vez sólo había llegado el pequeño Mikel, quien le saludó con una sonrisa tímida y esperó a que se quitase el abrigo para darle un corto abrazo.

"Hola Albi." Le dijo con una pequeña sonrisa mientras ella se sentaba a su lado.

"¡Hola!" Le saludó de vuelta con entusiasmo. "¡Hoy he visto al gatito otra vez!" Relató mientras sacaba sus crayones.

Mikel le miró con una mueca de sorpresa en su rostro que la hizo reír. "¿De verdad? ¿El que sale a pasear con correa como los perritos?" Le preguntó a la pequeña rubia que le miraba sonriente.

"¡Sí!" Contestó Alba.

Aún faltaban un par de minutos para que comenzaran las clases, por lo que mientras ambos esperaban que el resto de sus amigas llegaran se pusieron a dibujar cada uno en sus cuadernos, hasta que Alba notó que su amigo tenía una nueva. Y tenía un montón de gatitos, por lo que no pudo evitar el chillido que soltó al verla, sobresaltando al pequeño que no entendía el por qué había reaccionado así.

Aprovechando que su amigo estaba distraído al escucharle, coge su libreta para observar la variedad de gatitos que la decoran. Dándose cuenta ahora de por qué Alba estaba tan alterada, el pequeño Mikel sonríe al ver a su amiga así.

"Me la ha regalado mi mami." Murmuró con la timidez que le caracterizaba, pero que dejaba un poco de lado cuando se trataba de la alegre niña de ojos miel. "¡Hoy por la mañana me despertó con un montón de regalos! e incluso preparó mi desayuno favorito y tengo un flan de chocolate para la merienda". Le contó, pero cuando Alba quiso preguntarle si eso significaba que esta vez no compartirían o que por qué recibió regalos si Reyes ya había pasado, una Julia con la respiración entre cortada corría para sentarse.

Alba la observó llevarse una mano al pecho mientras intentaba calmar el rápido latir de su corazón y se preocupó al verle así, hasta que Maria entró detrás de ella riéndose tan fuerte que Alba está segura que la pueden escuchar en todo el cole.

La pequeña nacida en Cádiz al verle entrar se acomodó en su silla para darle la espalda, no queriendo verla. Lo que provocó que Maria riera aún más.

Remember everything will be alright || (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora