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—Intenta pasarte de listo conmigo, chatarra de mierda.

Lucifer desplegó una ráfaga de viento devastador con sus enormes alas, hizo temblar la presencia del demonio TV y lo hizo retroceder nervioso porque su ira podía notarse a kilómetros a la redonda. El rey del infierno estaba furioso y el brillo de sus ojos diabólicos nunca se había manifestado así desde hace siglos. Velvet se arrastró llorando hacia Vox sin poder dejar de sangrar, mientras se sostenía parte de su brazo y sufría una hemorragia severa. Fue suficiente para entrar en total desesperación, ella ya no podía pelear de esa forma porque el dolor la estaba haciendo sufrir demasiado y temía que fuera a asesinarlos por meterse con la princesa directamente.

Nadie lastima a mi hija.

Proclamó con una voz grave y espeluznante, estaba fuera de si y planeaba que fuera rápido. Cargó una enorme lanza que fue forjada por los mismos metales celestiales que cargaban los angeles demoledores del paraíso. La sostuvo entre sus manos con enorme valor y descendió al suelo tan fuerte que la tierra se resquebrajó en pedazos y causó un temblor de pocos segundos.

A pesar de que Vox temió ante su presencia, sonrió de una forma descarada y no volvió a retroceder, quiso extender algunos de sus relámpagos de poder para hacer notar que su fuerza se igualaba bastante a la del rey y con impertinencia y orgullo, se atrevió a avanzar. Su compañera estaba malherida y fuera de combate, pero quería demostrar que no le temía y que podía hacerle frente. Y debía apresurarse para que Velvet no se desangrara y muriera, para poder llevársela de ahí.

Oh... Sabe que puedo matarlo cuando quiera, rey. Pero podría dejarlo en paz si me entrega los escritos de los últimos tres círculos.

Lucifer marcó una sonrisa totalmente divertida, tentado en gracia ante la estupidez de ese demonio imbécil por el cual no mostraría paciencia o más oportunidades para trazar un acuerdo de paz. Los intentos fueron demasiados y eran demonios que no dejaban de vomitar mierdas cuando se trataba de hablar, pero al parecer un enfrentamiento cara a cara los hacía asustarse y se podía dar cuenta de eso. Vox era un auténtico caso perdido, al igual que su triple alianza. Y se había hartado de ser amable y considerado a pesar de que también eran parte de su infierno. Algunos no merecían nada, solo sufrimiento.

—¿Te atreves a extorsionarme a mi, pecador? Nadie se ha atrevido a tanto.

Soltó una ráfaga de viento tan veloz que Vox no pudo oírla ni reaccionar. Apenas parpadeó, su brazo fue arrebatado a un lado y desmembrado por completo.

Gritó adolorido y la mayoría de su cuerpo se empapó en sus fluidos aceitosos y negros. Su anatomía cibernética entro en colapso y cada parte de sus cables se destrozó en cadena, causando un total colapso e interferencia en cada zona vital que aseguraba un funcionamiento coherente. Todo su cuerpo comenzó a hacer un corto circuito inevitable y una brea espesa y negra surgió de su prominente herida serial.

Velvet se puso de pie para ocultarse tras el cuerpo del más grande, temblando horrorizada ante ese monstruoso poder y sollozando por todo el dolor que sentía. No eran rivales para la furia de Lucifer y sabía que debían escapar para no morir, habían utilizando la mayoría de sus fuerzas en la lucha contra Alastor y la princesa del infierno, no podían garantizar si quiera poder escapar con vida de aquel rey despiadado que solo quería sus cabezas.

Lucifer siguió avanzando apuntando a ambos con su extravagante lanza de filo mortal, y Vox se arrodilló en el piso sosteniendo su hombro que derramaba fluidos y ácidos que estaban desintegrando el barro del suelo. Fue colapsado por sus pensamientos y dolor y Velvet seguía rogando a su costado que huyeran porque no podían contra él, pero el demonio TV no quería aceptar una derrota tan humillante.

Eres de las pocas almas entre mi gente que no merece vivir en el infierno. No perteneces a ninguna parte.

El rey alzó su puño para extender su infinito poder al dominar y comprender la materia y cada forma de su infierno, poseía la capacidad de dominar cualquier elemento ya que se trataba de sus propias tierras infernales, todo fue construido por él y nadie podía detenerlo.

Y deformó el lodo negro con la suficiente energía para que los hilos gruesos de tierra envolvieran precipitadamente el cuerpo frágil de Velvet, ella gritó y trató de sujetarse de la superficie pero fue arrastrada hacia el cuerpo de Lucifer y, cuando la tuvo frente a sus ojos y debajo de su cuerpo, clavó sin piedad la lanza en medio de su otro brazo al borde de arrancarlo como había hecho con su otra extremidad.

Los ojos brillantes y diabólicos del rey del infierno brillaron extasiados al contemplar el sufrimiento en aquella alma pecadora que se retorcía de dolor y en las más puras lágrimas de agonía y angustia. La sangre salió disparada por todos lados y la demonio quebró su voz en medio de un llanto desgarrador, se giró hacia Vox y transformó su expresión en una que solo reflejaba pánico y miedo a morir.

—¡AYÚDAME! ¡VOX, POR FAVOR!

Suplicó cada vez más fuerte sin dejar de llorar mientras Lucifer clavaba una y otra vez la lanza en cada parte de su cuerpo en forma de una tortura, que si fuera por él, sería eterna. Habían herido y humillado a su hija. Habían intentado asesinar a su hija y ellos no habían mostrado compasión, no tenía porque tenerla con ambos, no lo merecían para nada.

Serán exterminados por mi mismo, es su día de suerte.

El demonio TV se quedó petrificado ante los gritos desgarradores de Velvet y apretó sus puños con todas sus fuerzas hasta hacerlos sangrar. Se desplazó cegado por la furia hacia Lucifer para atacarlo, pero él solo sonrió. Quitó su afilado armamento de la carne de la chica para clavarlo con toda su furia y odio en medio de la pantalla que conformaba su rostro, logró romper el cristal en pedazos y atravesarlo por completo. La pantalla se volvió negra y los chispazos de electricidad saltaron por todas partes en medio de la bifurcación de los vidrios de su pantalla led.

Con sus últimas fuerzas, Vox a pesar de haber perdido todo campo de visión, extendió sus cables a favor de Velvet y la desenterró del fango. La atrajo a su cuerpo y la apartó dando un salto hacia atrás. Cobardemente, la abrazó y envolvió ambos cuerpos en una neblina que disparaba rayos eléctricos de colores dorados y plateados. No podían ganar ante semejante fuerza, así que terminaron por desaparecer en medio del campo de batalla, borrando sus presencias del noveno círculo del infierno y salvando sus vidas de una muerte inminente.

Lucifer bajó sus alas y sus ojos volvieron a la normalidad. No pudo asesinarlos. Pero las heridas mortales que había causado en sus cuerpos los dejaría imposibilitados por bastante tiempo y dejarían de joder al resto por un largo rato. Los hizo sufrir y sentir la desesperación de la muerte, aunque lamentó no decapitarlos con la crueldad que merecían.

Don't call me angel [ RadioDust ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora