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He decidido escribirte, después de tanto llorar, mis lágrimas son hoy estos versos que tu ausencia nunca podrá borrar.
Siempre tu sonrisa me recibía cada mañana, ¿qué fue lo que te hice mi dulce niño para que la borrarás de tu rostro tan brillante?
Hoy vestido de luto estoy, sin permiso te marchaste de mi lado, decidiste hacer tu propio camino, totalmente alejado de mí.
Dime, ¿allá eres feliz?
Porque aquí, yo me siento tan solo, siempre yendo en busca de todo lo que no te di.
Hoy he vuelto a entender que jamás volverás a acariciarme antes de dormir.
¿Debo encontrar mi camino también?
Porque déjame decirte que mi alma ansía estar contigo, en donde quiera que estés.
¿Por qué tuvo que ser así SeokJin?
Éramos felices, a pesar de nuestras diferencias, yo siempre te amé... Siempre lo hice.
Aquel día en el que te conocí, ¿lo recuerdas?
Yo estaba atendiendo a una pareja de ancianos a dos mesas de donde tú estabas.
Te vi...
En ese momento supe que serías lo más hermoso de mi vida.
¿Cómo?
Simplemente tu sonrisa me enamoró.
Irradiabas energía, juventud, fuerza, seguridad... Todo un combo de sorpresas... Que yo, por orgulloso, me encargué de destruir.
¿Algún día me perdonarás?
Es ilógico preguntar esto ahora que eres incapaz de responder. Pero aún guardo una pequeña esperanza en mi corazón podrido que tú, mi dulce alpaquita, sí lograste perdonar cada uno de mis errores antes de abandonarme en este miserable mundo.
Mi destino es amar y despedirme. Pedir permiso para vivir. Dejaste olvidados, en cada rincón de mi alma, trocitos de tu corazón.
