Como todos los días desde que nos casamos, te espero sentado en nuestro sofá favorito.
«¿Por qué tardas tanto?, ¿Es más importante tu trabajo que yo? O acaso... No, no debo pensar en eso». Me reprocho.
La cena está lista. Pero tú nunca apareces.
¿Sería muy pesado si te llamo?
La última vez me dijiste que parecía un esposo sociópata.
Sólo estaba preocupado por ti, pero como siempre, sólo quisiste culparme de todo.
Dejé de llamarte. Aunque en mi interior sólo me preguntaba si estarías bien, pues nunca consideraste si quiera, mandarme un mensaje.
Entiendo. Tal vez cinco años de casados se te hacían demasiado...
Pero si es así... ¿Por qué me pediste matrimonio entonces?
Éramos felices. ¿O acaso fingiste?
Me duele tanto tu indiferencia. Te entregué todo... Mi juventud... Alma... Corazón y vida.
¿Pero yo que tengo de ti?
Nada.
Sólo el olvido.
¿Sabes por qué?
Porque hoy es nuestro quinto aniversario de bodas y tú no haz sido digno de aparecerte.
Son las 2 de la mañana...
¿Cuánto más tardarás?
¿Si quiera llegarás?
No puedo evitar llorar. Te amo tanto pero todo esto me está sobrepasando.
¿Por qué, SeokJin?
Esa pregunta me la hago cada noche y el silencio es el único en responderme.
Si ya no me amas... ¿Por qué me retienes?
¿Es que acaso te sientes grande al verme rogar por tu atención?
¿O yo soy muy tonto por rebajarme tanto?...
Veo el reloj nuevamente... 3 de la mañana.
¿No vendrás... Cierto?
Me levanté y fui directo a nuestra habitación. Esa en la que mis noches son frías porque tu escasamente vienes a dormir y cuando lo haces, me das la espalda.
¿Dónde quedaron las noches en las que nos acurrucabamos y hablabamos de todo?
¿Ya no volverán?
Jin... Mi amor... Te extraño tanto...
Mi llanto se intensifica y te llamo, pero lógicamente no vendrás.
No vendrás porque no te importo...
Así que tomo una decisión.
Me iré.
Huiré.
Así serás feliz con quién sea la persona con la que ahora compartes tus noches...
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