Emerson soltó un gemido, alejándose de la presencia masculina. Tomó una bocanada de oxígeno, recuperando su respiración agitada. Recostó su cabeza en la cómoda almohada de su acompañante y se sintió algo jodida. En el sentido literal y en el no literal.
La actividad sexual cada día parecía más monótona, sin ser capaz de nublar sus pensamientos personales. No importaba quien estuviese del otro lado, era como si nadie pudiese hacerla sentir completamente bien. No se refería al asunto sexual, sino a la sensación que trascendía de ella. Podía estar besando a alguien y disfrutar sus caricias, cerrar sus ojos y fingir que no estaba pensando en cosas mucho más profundas. Pero no podía hacerlo. Cada segundo que cerraba sus ojos, todos los problemas aparecían en su mente. No importaba qué estuviese haciendo, y con quién.—¿Ahora te sientes mejor?— preguntó Boggs, en medio del silencio del cuarto. Lo miró por unos segundos, pensando en lo que era adecuado responder. Habían bebido un poco de alcohol, estaba acostumbrada a tomar, así que no sentía más que un leve mareo. Tal vez debió haber tomado mucho más, hasta el nivel de sentirse un poco alegre.
Mientras ella había estado acostándose en la cama de Boggs, tomando directo de la botella de vodka, Barnes regresaba a su casa en el distrito dos para seguir pensando en ella. Lo conocía lo suficiente como para saber que aún pensaba en la pelea que habían tenido, al igual que lo hacía ella misma. En definitiva, lo había decepcionado, al único hombre que jamás la decepcionó antes. Al hombre que la apoyó día tras día por unos largos años, el que le salvó la vida en muchos más sentidos de lo que era posible explicar. No compartían ningún lazo de sangre, pero había sido lo más cercano a un padre que pudo tener. Y decepcionarlo a él, era como decepcionarse a si misma.
No respondió al llamado de su acompañante. Observó el cielo gris de la habitación, todo allí parecía apagado; siendo el color marrón del pequeño armario el único color distinto. El distrito trece estaba sin vida, todo el reflejo parecía viejo y aburrido.
Oyó una vez más a Boggs llamar por su nombre, le prestó atención.—Estuve pensando en que nuestros encuentros podrían llegar a ser algo más.— frunció su ceño. Deseó dentro suyo que él no estuviese pensando en lo que ella creía que pensaba. Lo escuchó continuar.— Podríamos ser exclusivos, o tal vez una pareja.
Negó con su cabeza, mirándolo como si le hubiese crecido un tercer ojo. Era una locura.
Desde el primer momento siempre dejaba en claro que no buscaba, ni necesitaba, una relación amorosa. La revolución y sus propios planes en cuanto a ella, estaban adelante de cada una de las demás cosas. De hecho, estaban en medio la pelea más importante de la historia de todo Panem. Habían podido reunir fuerzas y crear un plan para poder dar un golpe de Estado.
No necesitaba ni quería jugar a interpretar una pareja feliz. Tal vez eso era adecuado para Katniss Everdeen, pero no para ella. Y si Coin no la forzaba a hacerlo, no lo haría.—No funcionaríamos.— se dedicó a decir, mientras se levantaba de la cama. Desnuda, acercó cada una de las vestimentas que yacían en el suelo cerca suyo, y comenzó a ponerse la ropa. Pasó la camiseta por arriba de su cabeza y prosiguió a ponerse sus pantalones. No podía quedarse a dormir allí, era demasiado personal.
ESTÁS LEYENDO
Panic ⋆ Finnick Odair
Fanfiction.... horror's not a symptom, it's a love affair. astrolupin ©2021