「 animatrónico 」.

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gonzalo se encontraba aburrido mirando el mismo lugar al que iba todos los años en esa misma fecha; en la pizzería de su familia, nuevamente, gracias al cumpleaños número 5 de su hermano menor, sentado y esperando a que el tiempo pasase rápido, pues su celular se había quedado sin carga hace aproximadamente una hora, y aún faltaban tres o cuatro para irse a su hogar.
era un viernes, y trágicamente, para él chico, eso significaba que podrían quedarse hasta muy tarde.

mientras él adolescente de 16 años pensaba en que se quería ir de ese lugar por milésima vez, una nueva voz fue emitida por los parlantes, dirigió su mirada al escenario y distinguió entre todas las luces y niños, a un nuevo animatrónico, que realmente no se podría llamar así del todo, ya que los robots de esa pizzería serían más como humanos con la ropa, orejas y colas de tal personaje animado animal, el punto es que era uno nuevo, representaba a winnie pooh, o al menos eso creía.
repentinamente, entre el canto de este robot, sintió su mirada, creyó que realmente eran cosas de él, tal vez esté mirando a los niños jugar, pero lo descartó totalmente cuando detuvo su canto y no volvió de su trance hasta que su compañera, sara, le habló.
gona simplemente dejó de ver la escena, no es como si le interesase; había algo mucho más llamativo para él que ver a robots interactuar, y esa cosa mas llamativa podría ser mirar sus zapatos mientras volvía a pensar lo lindo que sería dormir en ese mismo momento, o tal vez practicar un poco las canciones que su maestro de guitarra le había dejado.
repentinamente, se obliga a dejar de pensar ya que  escucha como alguien se sienta a su lado y comienza a intentar platicar con él, al girarse y ver al animatrónico de antes se quedó totalmente callado, ¿estarán programados para hacer estas cosas?  pensó el humano.

—¡hola!, ¿cómo te llamas?, eres muy bonito, y estabas tan solo que ¡quise venir a hablarte!—  inició la conversación con alegría aquel robot.
gonzalo estaba algo confundido, ¿tendrán un sensor para ver a niños sin compañía?, decidió preguntarlo, seguramente ni siquiera contestaría gracias a su limitado vocabulario predeterminado.

—¿estarás programado para esto? ó ¿simplemente tendrás un sensor?— el humano miró curioso su rostro, su piel parecía muy real, pero también parecía muy delicada, como si de porcelana se tratase.

—oh!, no soy ese tipo de animatrónico,— porque no era un animatrónico. —se podría decir que tengo consciencia o algo así— y eso fue suficiente para despertar más curiosidad y sorpresa en el chico.
al parecer gona se quedó un par de minutos callado pensando en posibilidades de como lo habrian podido programar para contestarle a alguien ¿podría entablar una conversación con una persona u otro animatrónico? ¿tendrá relaciones de amistad con sus compañeros animatrónicos?. nuevamente, se sintió obligado a dejar de pensar, ya que el animatrónico le estaba hablando.

—¿qué hacías solo aquí?, ¡este es un lugar para divertirse, y es más divertido si estás con amigos!.— mostró una sonrisa bastante tierna para el humano, y siguió hablando. —sin embargo...no pareces un niño como los otros.— lo miró curioso el robot, tenía expresiones tan reales que realmente parecía un humano, daba algo de miedo.

lo único que le pasó por la mente a gonzalo en ese momento, fue un ¿y por qué no?, y simplemente le siguió en conversación, después de todo, no se sentía tan mal un poco de compañía

—oh, estoy en el cumpleaños de un hermano menor, yo tengo 16 años, aunque dentro de poco cumpliré 17.— le regaló una pequeña sonrisa en recompensa a la anterior que el robot le había dedicado.
—ooh, es el cumpleañero de hoy, ¿no?, ¡del pequeño david!— sonrió feliz de poder entablar una conversación con aquel chico que parecía tan serio, aunque realmente era solo su expresión, ya que sus pensamientos eran bastante tontos.
la respuesta de gona fue un simple sí, y el animatrónico, con ganas de seguir hablando con el chico continuó;
—¿y como te llamas tú?, yo soy lutfi, estoy aquí desde hace un par de meses, ¡realmente no te había visto nunca!, es lindo ver caras nuevas.— habló energético, como casi siempre.
—soy gonzalo, y es normal que no hayas visto mi cara, suelo venir únicamente para los cumpleaños de mis hermanos, pero los otros ya están más mayores y prefieren otras cosas. david es el más chico.—
lutfi formó un ‘oooh’ con sus labios.
—¡es realmente divertido hablar contigo, continuemos!—
y así pasaron un par de horas.

gonzalo descubrió bastantes cosas de aquel robot, entre ellas, que podía cargar su celular con él sin necesidad de tener un cable, y gracias a eso, ambos se sacaron varias fotos tontas.
el humor de ambos era idéntico, así que no hubieron problemas en cuanto a las risas, es más, se la pasaron sonriendo todo lo que restó de la noche, y lutfi ignoró por completo que realmente tendría que estar trabajando, como animatrónico que era; pero hablar con ese humano se le había hecho muy entretenido, era tan lindo, sus gestos y como hablaba, lo que contaba y su dulce voz, se le hacia tan divertido que olvidó que odiaba sacarse fotos o el contacto físico, era como si sus molestias desaparecieran por aquel chico.

habían pasado tres horas, en unos minutos gona se tendría que ir, asi que lutfi tuvo la idea de agarrar el gorro de cumpleaños que tenía el humano, que él lo firmara y que el animatrónico se lo quedara, y viceversa, pero con el sombrero de este; así ambos tendrían recuerdos de esa noche y del comienzo de su bonita amistad.
al momento que llamaron a gonzalo para retirarse, que hace solo 3 horas era lo único que quería y ahora era lo único que no deseaba, él le prometió al animatrónico incluso ir en su propio cumpleaños número 17 si hacia falta, pero lo iría a ver cuando pudiese.
lutfi lo agradeció, porque quería verlo cuanto antes
y lo vería bastante seguido.