Relatos de un corazón dolido

Diario 5

No siempre puedes controlarte, no puedes decidir qué sentir o qué no, solo pasa y ya.

Lo sé, en ese salón había gente riendo y hablando, pero mi cabeza estaba fuera de lugar.
- La frustración no inició por no poder hacer bien un dibujo, inició porque no sabías por qué de la nada sentías ganas de llorar

La clase acabó, todos se fueron excepto tus "amigos", quienes no notaron que había algo malo, que algo no marchaba bien.

- Sal y despeja tu mente, nada bueno saldrá de estar así.
-Ya lo hice, ¿Si?, Pero ni eso funciona, me siento vacía.
- Entonces vuelve ahí adentro y has lo mejor que sabes hacer, finge.

Lo hice, fingí, pero él se dió cuenta que algo andaba mal.
Me preguntó muchas veces qué tenía y no quise responder. No quiero que tenga contacto con mis demonios, solo con lo mejor de mí.

Pasan muchas cosas en tu cabeza, ¿No es así?. Tantas cosas que de un segundo a otro te atormentan, y ¿el detonante qué fue?, una acción estúpida que hizo que recordaras cuando estabas en el fondo.

Creo que estoy ahí otra vez.

Ellos ensayaban guitarra y yo solo escuchaba. Escucharlos me causa tranquilidad.
Me abrazó de nuevo y repitió la pregunta que dijo muchas veces minutos atrás.
+Ya en serio, ¿Qué tienes?, ¿Estás bien?
- no, no estoy bien
Solo atiné a escoger las palabras más sensatas que pude pronunciar
-Sí, al final del día siempre estoy bien
+¿Al final del día?... Está bien, pero no tienes por qué estar sola.

Esas palabras me rompieron el corazón, no lo merezco, no merezco el cariño que me está dando...
No pude evitar llorar en su hombro, ojalá y no se haya dado cuenta, solo me ha visto llorar 1 vez.

Es difícil explicar qué es lo que me pasa la mayoría de las veces, solo espero que esos ataques de ansiedad tan frecuentes no sean el motivo por el que se aleje de mí.