Dulce

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Ichimatsu tenía algo, ambos lo sabían, ¿Pero que era? ¿Estaba enfermo o distraído?
Los síntomas eran variados, pero constantes. A la hora del aseo encontraban a su amigo suspirando constantemente, mientras cocinaba también, pasaba más tiempo de lo normal con los gatos, y eso ya era mucho tiempo a decir verdad, también a veces se perdía en su mente por completo durante largos momentos, esto les había costado múltiples platillos arruinados, a veces el azúcar añadida sobrepasaba la indicada o no era azúcar sino sal, o la crema batida se escurría por los bordes de las copas perdiendo la figura que debían tener. Todo esto iba progresando hasta que llegó a un punto alarmante; hacía unas horas Ichimatsu se encontraba cortando fresas con forma de flores con un cuchillo muy afilado, una de sus actividades favoritas, sin embargo, en algún punto de desconexión el filo de la hoja pasó la fina fruta hasta llegar a la palma de Ichi provocando una herida lo suficientemente profunda como para hacerle sangrar con cierta intensidad.

- Ah! – Ichimatsu notó la sangre brotar de su palma, inmediatamente dejó el cuchillo y la fresa ensuciada y se fue a lavar.

- Ichimatsun- ah! ¡¿Qué pasó?! – Jyushimatsu había entrado para llevarse el platillo que justamente se estaba preparando – Hey, déjame ver.

- N-no es nada – respondió apresurado tratando de detener el sangrado.




Así fue como llegamos a este punto, después de atender la mano de Ichi, Jyushimatsu y Homura se encargaron del servicio de la cafetería por el resto del día y acordaron cerrar temprano así que ahí estaban, los tres sentados en la sala de los gatos esperando a que Ichimatsu hablara, no es como que no le hubieran preguntado previamente que había sucedido, sin embargo, Ichi jamás había dicho una palabra de aquel día, algo normal de no ser por el riesgo en el que lo ponía su estado actual. Existían dos factores involucrados; dos hombres, era difícil ignorar el del lío más grande; la cita que Ichimatsu había prometido. Sabían pocos detalles al respecto, pero todo parecía bajo control hasta aquel momento, aunque de hecho ellos planeaban seguirle todo el día en caso de que no les comentara nada más al respecto, después de esa cita Ichimatsu esperaba que todo se calmara, había pedido que no tomaran acciones legales "por el negocio", pero todos sabían los líos económicos que Ichi venía cargando ¿y querían pagar un lío legal? No, imposible. Sería a su manera. También sabían, gracias a Homura, que Ichimatsu había tenido un día con el otro hombre, el de ojos azules. Pero a final no sabían nada de ninguno de los dos.

Esperaban pacientemente a que comentara algo por su propia cuenta Ichimatsu, pero, le conocían, si no quería hablar, jamás lo iba a hacer, por lo que tampoco deseaban forzar la situación, eran sus personas de mayor confianza y por supuesto se preocupaban por él.

- Perdón – Habló finalmente el de ojos lilas. – Supongo que es difícil tener que soportarme.

- No! – Protestó Homura, mientras Jyushimatsu hacia un tache con sus brazos – Nosotros sólo nos preocupamos por ti, ¿realmente estas bien? – Jyushimatsu nuevamente secundo a su pareja agitando vigorosamente su cabeza diciendo sí.

Ichimatsu sonrió.

- Estaré bien.

La pareja se miró mutuamente confundida, no era la respuesta que esperaban, pero la plática no llegó a más que disculpas y un "he estado distraído" que a pesar de ser evidente Ichimatsu comentó, ninguno de los dos sabía cómo sacar el tema de el joven de traje azul o de su acosador.

Té & Café || ¡Osomatsu-san! FicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora