Mi pequeña sirena

El vals (parte 1)

En agua caliente termino por despertarla, y el dulce aroma a flores en el agua evitó que saliera corriendo, ¿Qué había pasado?

Intrigada, Frisk miro a sus alrededores. Este no era para nada el jardín de flores en dónde se había sentado a descansar. Era una habitación llena de brillo, luces y burbujas. Al percatarse de que no estaba sola intento sumergirse más en esta cubeta blanca llena de agua. Pero no había demasiada agua para cubrirla y solo le quedó sostener la mirada de la reina y el par de asistentes.

"Tranquila mi niña, solo soy yo, Toriel. Temo que estabas en una situación complicada de explicar, pero no te preocupes, estarás como nueva en un santiamén. Catty, Bratty, por favor ocúpense de secarle el cabello y su vestido.

"Osea, como usted diga"
"Osea para eso estamos"
Rieron y se acercaron rápidamente a Frisk con notable entusiasmo.

Una de ellas puso una tela sobre su cabello y comenzó a removerlo, mientras que la otra la ayudó a ponerse de pie y envolverla con otra de esas telas pero mucho más grande.

"Estuviste así como, mucho tiempo en el agua" dijo una, no supo decir cuál de las dos era "Porque para esperar a que se te arrugara la piel es como, cero bueno para la estética, osea a Bratty no le molestaria, pero a mí, yo ni me acerco a menos que sea necesario"

"Tu no te acercarias porque te pone los en punta, osea eres un gato" contesto Bratty.

"¡Ay lo se, amiga!"

Ambas rieron cosquilludamente, y Frisk también, pero solo por la manera en la que hablaban.

No tardaron en terminar de ayudarla a prepararse, el vestido estaba colgado en una especie de árbol tallado, que ellas llamaron perchero, y usaron un tenedor que no era un tenedor según ellas. Frisk no veía la diferencia entre una peineta y un tenedor, ambos eran muy similares, pero lo dejó estar. Antes de colocarle el vestido, pusieron una especie de falda esponjada y una red de metal por debajo de esta.

Dios, parezco una medusa...

"Mi niña estás hermosa" Dijo Toriel encantada llegando con una pequeña caja en las manos. Había entrado desde otra habitación "Perdona por tardarme tanto, pero mira, tengo algo para tí"

Frisk se calzó los zapatos y avanzó  hasta ella.

"Sé que es tu primer baile, cielo. Así que creo que debes llevar algo especial que lo conmemore, es algo pequeño, pero créeme, es muy lindo"

Toriel tomó el accesorio y lo colocó en su cabello. Frisk jamás había tenido que usar cosas para adornarse, pero tan pronto la llevaron hacia un espejo, sus mejillas se tornaron rojizas. Era tan solo un pequeño adorno, pero distinguió el coral rosa de inmediato.

"Cuando era joven solía hacer muchas manualidades con lo que encontraba del mar, este es un pequeño adorno para el cabello que hice pero que nunca utilicé, nunca encontré que el rosa pudiera ser mi color... Creo que este te pertenecía a tí"

Frisk asintió con una sonrisa y Toriel la envolvió en los brazos.

"Esta será una noche especial para ambas"

La chica aceptó el abrazo de la vieja mujer y esta delicadamente la separó de sí para guiarla hacia la salida.

"Gracias chicas, por responder tan deprisa" Dijo Toriel volteándose a ver a sus asistentes.

"Osea cuando quiera, reina"
"Somos sus asistentes, osea, obvio"

Toriel rió por lo bajo y continuó guiando a Frisk hasta la puerta. Caminaron por todo el corredor hacia el gran salón donde la fiesta daba inicio.