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- En verdad muchas gracias Kuchiki

- No tienes nada que agradecer.- lo dice mientras acomoda unos papeles

- Te has ganado el cielo.- voltea a verlo con una ceja levantada

- Oh, si es cierto ya estás aquí.- Ambos se ríen

- ¿Deseas algo de tomar?

- Si por favor.- se vuelve a poner sus lentes y a continuar con su parte ya que se habían divido el trabajo

- En verdad nunca me imaginé que usarás lentes

- Es un secreto, así que shhh.- escucha una risita.- perdería mi reputación

- Yo creo que aumentaría, te ves bien con ellos.- eso lo descoloca y se ruboriza un poco.- hasta podrías ayudarnos, te podríamos hacer una sesión de fotos y venderlas.- lo decía más para ella misma.- tendríamos buenos fondos

- Estas aprendiendo mañas de Rangiku

- Creo.- le sonríe, toma los papeles de la mesa de estar y se dirige hacia el.- toma.- le extiende la taza primero

- Hubiera preferido café

- Ya hemos tomado mucho, necesitas algo más ligero para que puedas dormir aunque sea un ratito.- sin más toma un sorbo...

- Vaya, vaya.- ambos voltean a la entrada al escuchar esa voz.- ¿pero qué tenemos aquí? ¿A una parejita?.- al escuchar eso último el segundo teniente escupe el sorbo de té y se empezó a ahogar a lo que la pelinegra empieza a darle palmaditas en la espalda

- Buenos días Kuna-san.- la saluda sin importarle mucho el comentario que hizo

- Buenos días pequeña Kuchiki-san.- le devuelve el saludo muy animadamente.- buenos días pequeño Shuhei.- le pasa y toma asiento Mientras que el otro aún seguía tosiendo

- ¿Ya mejor?.- le pregunta la pelinegra

- S..si.- dice al fin ya algo recuperado

- Tranquilo, que solo era una broma o ¿acaso es verdad?

- Pues no debería de bromear así.- le recrimina su colega

- Bueno yo me retiro.- ambos la voltean a ver, aún ignorando esa dia qué broma.-Aquí están estos documentos ya ordenados.- los deja a un lado, ya que enfrente de él estaba mojado.- y ya no dejes acumular mucho trabajo.- él solo asiente.- Con su permiso Kuna-san

- Hasta luego.- Y se va dejando solos a los tenientes de la novena división.

Hisagi empieza a secar su escritorio. Mientras regaña a su colega por decir esas cosas.

- No tiene nada de gracia

- Ok ok.- voltea los ojos.- pero en verdad no sabía que fueran tan cercanos

- Pues...- se queda pensando un segundo... eran colegas, pero debía de admitir que se juntaban ya un poco más, entonces podría decirse que también ya eran ¿amigos? La realidad es que era algo confuso...- la verdad creo que no lo somos.- su colega lo mira sin entender.- simplemente nos hemos topado un poco más de lo normal, es solo eso

- Pero por lo qué veo se llevan bien y además te ayudo con mi encargo

- Emmm, si...

- Pero pensando que era tuyo

- Si...

- Eso es...

- No piense de más.- la interrumpe.- solo quería algo con que distraerse.- lo dice más para sí mismo.- en fin, me falta este documento nada más.- le enseña uno que estaba empapado, ademas quería desviar la conversación

Un amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora