Vi que tenían duda en sus ojos, y supe el porqué. No me querían prohibir nada que tuviera que ver contigo. Eran mis padres, dudaban que me dejen hacerlo. Pero su respuesta me sorprendió.
-Abrígate que hace frio, Sophie- una gran sonrisa se formó en mi cara. Corrí hacia mi habitación y saqué una de mis camperas. Me la puse de inmediato y volví a correr con la misma velocidad. Sabía que correr me hacia un poco mal, pero esta era una situación muy importante como para tardar demasiado.
Salimos los dos tomados de las manos y nos subimos a su auto. Manejabas lento, tarareando una canción en inglés. No supe que decía, jamás tuve facilidad para ese idioma, pero el ritmo era pegadizo y terminamos los dos cantando. Aunque bueno, yo jamás pegaba ninguna con la letra, lo a ti te causaba gracia. Me intentabas ayudar a pronunciar bien el estribillo, pero no había caso. Era muy difícil.
Así pasaron varias canciones, hasta que me dijiste que ponga algo que yo quisiera. Dudé un poco, pero me decidí por algo tranquilo. Wherever you are, de 5SOS.
-Que romántica me saliste, Sophie- largaste una pequeña risita. Pero antes de que yo te pudiera decir algo, comenzaste a cantar- For a while we pretended. That we never had to end it, but we knew we'd have to say goodbye. You were crying at the airport. When they finally closed the plane door. I could barely hold it all inside. Torn in two, and I know I shouldn't tell you. But I just can't stop thinking of you. Wherever you are. - terminaste de cantar y me comencé a reír.
-Creí que no eras romántico, Thony- me burlé. Frenaste el auto frente a una hermosa casa iluminada, y yo me quede con la boca abierta. Era perfecta.
-Claro que lo soy, bonita- susurraste antes de bajarte.
Sali del auto y te seguí. Era todo tan precioso. Tal y como lo recordaba.
Me tomaste de la mano y me guiaste por un pequeño sendero de piedras. Paramos cuando llegamos a la entrada de un enorme bosque.
- ¿Me vas a matar y tirarme al bosque? - pregunte en burla.
Dejaste salir una pequeña risa y me miraste directo a los ojos.
-Tengo una mejor idea, mi pequeña- me volviste a tomar de la mano, y caminamos por unos minutos, hasta llegar a una casa del árbol.
Comencé a ver hacia todos lados, era un lugar tan hermoso. Subimos por una escalera, de esas que siempre hay en las películas y entramos a la pequeña casita. Me sorprendió lo grande que era por dentro. Había una mini heladera, una cama, y una televisión. Era tan hermoso.
-Siempre vine aquí de chico. Era para desconectarme del mundo. Solía venir seguido con mi primo, pero desde que se fue, no había vuelto a visitarla. Ya la estaba extrañando- sonreíste como un niño, y te tiraste a la cama.
-Es enorme para ser la casa de un árbol- acote.
-Si. Al principio solo era eso, una casa del árbol. Pero luego, con mi primo pasábamos más tiempo aquí que en casa. Así que nos trajimos algunas cosas- te encogiste de hombros- pero cuando él se mudó, quite varias cosas, después de todo, solo estaría yo.
Asentí. Tú me hiciste una seña para que me acostara a tu lado, y así lo hice.
Ambos estábamos en silencio, perdidos en nuestros pensamientos. Y me pregunte, ¿Por qué hacías todo esto? Si no eras mi novio, no realmente, y no sentías nada por mí, ¿para qué tener estos momentos tan íntimos?
Quería preguntarte, pero presentí que arruinaría todo. Así que solo me acomodé a tu lado, y no dije nada, aunque quería preguntarte tantas cosas.
Pero de la nada hablaste, como si tuviéramos conexión telepática, y me atravesó el horror.
-Me gustas, Sophie Bonnet. Me gustas desde hace mucho tiempo- eso no lo espere, fue como una apuñalada al corazón. Pero de dolor, de arrepentimiento.
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Relatos a través de música
Dla nastolatkówCuentos cortos inspirados en canciones que personalmente me gustan mucho