Otra vez tú estabas allí, en la calma,
Torturando el silencio de esta tranquilidad,
Haciendo disturbios en esta serenidad.
Una vez más estabas allí, como torbellino,
Para ser el único óvulo que le da vida,
Al odio en este bastardo estado de escampada.
Una vez más estabas allí entre las multitudes,
Para repoblar como serpientes y los roedores,
Las mentes de todos los inconformes.
Envolviendo a cada uno de los inquietantes,
Con esos hilos de libertad pura y misterios,
Los atas a las cadenas, que llevan en sus manos.
Tú, estabas allí sin falta, como veneno.
Allí coerciendo pensamientos libres de sus vidas,
Intoxicando los prados de hojas disecadas.
Otra vez estabas para el alma aprisionar
Con tu manía, grilletes y eslabones restantes,
Cadenas que te ataron, y aun escapaste.
Obligándome a buscar, el brillo de sus ojos,
Para luego golpearme con tu vista muda,
Y llevarme entre sórdida, callada mirada.
Obligando a buscar entre vagos pensamientos,
En dónde posa o suscita su historia su ser,
Ante tanta belleza desconozco su parecer.
D. Alexander M. G.
Dedicado:
Claudyan
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Fugaz instante (timón del momento)
PoetryPoemas que han nacido pequeños y delgados, entre frías y cruzadas banquetas, de un parque de hojas secas, en presencia de las huellas de la lluvia, el paso tranquilo de la noche, entre cuchillas y garganta. Otros por cargar a sus hombros la prisa, d...