En el momento que abrí la puerta sentí que todo el cansancio y estrés acomulado aparecía en mi cuerpo. Estaba muy cansada mentalmente, y solo quería dormir en mi cama después de días, pero como es sabido, siempre hay que estar atento al celular por si ocurre alguna emergencia.
En el camino a mi departamento, como el auto estaba en silencio, tuve un momento de pensar en la situación en la que me encontraba, después de todo, si bien, me aislaron a un solo caso clínico, como la paciente estaba estable, al final, tenía bastante tiempo libre, algo que es muy raro que pase. Y si bien, el mayor problema era el chef egocéntrico, el tema ya estaba solucionado... En cierto grado.
Al dar el primer paso al interior del departamento pude apreciar en el sillón del living a Diego, mi gato cafe-anaranjado durmiendo, como si mi llegada no le importará en absoluto.
Atrás mío, venía el chef egocéntrico con sus bolsos, una vez él había entrado al recinto, cerré la puerta.
Me dirigí a mi habitación, deje mi bolso, y me mentalise que por los próximos tres meses, ya no viviría sola, y tendría que estar con el chef egocéntrico. Volví a la sala y lo encontré ahí parado, mirando todo a su alrededor, pero sin moverse, como si esperará alguna orden o información, que fue lo que enseguida hice.
- tu dormirás en ese sillón- le señale el sillón donde se encontraba durmiendo Diego-
-Esta bien, hay algo más que deba saber? - dijo mientras dejaba su bolso al lado del sillón
- si, aquí hay reglas- le resalte- primero, tienes prohibido entrar a mi habitación y a mi escritorio. Segundo, no molestes a mi gato. Tercero, cuando utilices el baño, dejas todo limpio. Y Cuarto, yo salgo a las 7:45 para llegar a las 8:00 a la clínica, y como no planeo dejarte solo en mi casa, tu te vas conmigo.- hice una pequeña pausa- si no te gusta alguna de esas reglas, puedes tomar tus cosas y dormir en el parque. Todo claro?
- ...- me quedo mirando como si hubiera visto algo gracioso-Aparte de pendeja, enojona
- Ah, otra cosa, no me molestes- le dije, agregando otra regla
-eso no estaba dentro de las reglas- se defendió mientras se sentaba al lado de Diego.
- Pero la estoy agregando ahora, mi casa, mis reglas
- muy tarde- me miró serio- me dijiste que no molestará a tu gato, no a ti, así que jodiste pendeja -me miro con su típica cara de superioridad que tanto me molestaba-
-Jodete - me quería defender, y mientras planeaba mi argumento, él cambió el tema-
-Oye, tengo libre albedrío para estar en la cocina? Como para saber si voy a poder cumplir mi parte del trato.
-Ah, si, eso sí, pero te advierto que no hay cosas en la cocina
Sin decir nada más, él se levantó y se dirigió a la cocina, la cuan estaba al lado de la sala, yo me quedé en la sala, no lo seguí, pero podía escuchar los comentarios que él gritaba, desde la cocina.
-PERO NIÑA! NO TIENES NADA EN EL REFRIGERADOR!- se escuchó un silencio- Y EN LOS ESTANTES TAMPOCO! ACASO COMES?!
Me acerque a la entrada de la cocina, pude ver qué están abriendo mis estantes como desesperado, buscando algo con lo que pudiera cocinar.
- Usualmente almuerzo en la clínica, y cuando no alcanzo, compro algo rapido- dije despreocupada mientras me apoyaba en el canto de la puerta, rápidamente él me volteó a ver
- como los Maruchan?- me miró con cara de pocos amigos, a lo que yo simplemente sonreí.
Puso sus ojos en blanco, y siguió husmeando en mis estantes, y en el momento en el que me iba a ir, lo volví a escuchar hablar.
- Oh! Por dios! Que cuchillos más buenos!- él se encontraba maravillado mirando los implementos de cocina que tenía- pensé que no cocinabas
- No lo hago, fueron un regalo de gente que no me conoce muy bien, como para saber que no cocino- mentí, aquellos cuchillos eran los que utilizaba para las competencias culinarias, eran los mejores, con un filo impresionante y permitían una excelente precisión.
- pero están usandos- me dijo mientras los observaba bien
- debieron regalarlos usando, ya te dije, que no me conocían muy bien, no creo que se hayan preocupado por el regalo- invente una escusa
- bueno, si quieres me los das, son cuchillos maravillosos- dijo mirándome
- No puedo!- exclame sin pensarlo, a lo que me miró raro por mi reacción, así que decidí buscar otra escusa que me salvará del tema- los necesito para matar a gente molestona y preguntona que se queda en mi casa, chef egocéntrico.
Me quedo mirando con los ojos entrecerrados por un momento al entender que que me refería a él, pero después de dejar el cuchillo que tenía en la mano en el mesón, volvió a hablar.
- bien, iré a comprar cosas para cocinar, ya que al parecer no tienes nada que pueda ocupar para hacer la comida de mañana.- hizo una pequeña pausa mientras caminaba a la salida- prepárate a disfrutar de unos 3 meses con la mejor comida que comerás en tu vida.- me dijo mientras salia por la puerta
-bajate de la nube!- le grite, mientras cerraba la puerta.
Y fue en el momento en el que al fin, me quedé sola en mi departamento, y pude sentir paz.
Camine en dirección a mi habitación y comencé a ordenar mis cosas, tome la ropa sucia y la metí a la lavadora.
Después, de dejar todo listo y dejarle unas frazadas en el sillón para que se tapara junto a un cojín, tome la decisión de tomar una ducha.
Prendí el calefón, y fui al baño, me comencé a quitar la ropa, pero en el momento en el que solo estaba en ropa interior, escuché sonar mi celular desde la habitación.
Tome una toalla y salí corriendo a buscar mi teléfono, pensando que pudiera ser de la clínica, pero era otra persona.
- Aló, Adrián? - tenia un mal presentimiento
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El chef y la Doctora (Kojiro Shinomiya- Shokugeki No Soma)
FanfictionLos mundos opuestos muchas veces se pueden unir, pero hay veces que no se separan #Esta historia contiene a los personajes y una parte específica de Shokugeki no Soma, pero después, la historia sigue otra realidad.