El chef y la Doctora (Kojiro Shinomiya- Shokugeki No Soma)

Matrimonio

- Aló, Adrián?- respondí fríamente

- Hola, *****, ya veo que ya ingresaste mi número a los contactos, si que me debes querer- intento hacerce el simpático

- Que quieres?- no me interesaba extender la conversación, estaba cansada

- Como estás pequeña?

- Adrián, deja de fingir preocupación por mí, solo ve directo al punto, porque me llamas?

- Si que estás molesta conmigo, pero está bien, te acuerdas que quedamos en juntarnos el día Martes? Pues, vamos a tener que adelantar la junta, incluso, ya hice una reservación en un restaurante.

- para que dia?- pregunte algo frustrada

- ...- hizo una pausa, como si se estuviera preparando para responder- para el sábado

- eso es en dos días!- le grite molesta- Además Matthew tiene que...

- Ya lo sabe y mañana en la mañana llega a Japón.

- Adrián... Podrías decirme porque es tan urgente?- todo era demasiado extraño

- ****** ya te dije, es por nuestro padre- intento que no hiciera más preguntas, pero necesitaba saber

- eso ya lo se, pero que es?!- me intente calmar- Adrián, por favor, dime, necesito saber para poder ir con la mente fría el día sábado.

Él solo pudo suspirar y me comenzó a contar que era lo que estaba pasando

- Hace un mes, nuestro padre se enteró que había vuelto a Japón, y no sé cómo, pero también se consiguió mi nuevo número. Él me llamo y me pidió que nos juntaramos porque tenía que hablar algo conmigo, puesto que soy el mayor de los tres.- tomo aire y suspiro como si estuviera agobiado- Me junte con él en nuestra antigua casa, y me dijo que a sus ojos, nosotros tres éramos una decepción para él, y que encontraba que había sido demasiado flexible con el trato que hizo con nosotros hace unos años.  Así que, para que nosotros lo compensaramos, él iba a agregar unas condiciones.

- espera- le interrumpí, no podía creer lo que estaba escuchando- no puede llegar y cambiar las reglas

- ***** tú sabes que él hace lo que quiere, y eso que todavía no termino. Te acuerdas de que acordamos en qué volveríamos al negocio familiar si hacíamos una Shokugeki?

-si- le respondí rápidamente

- pues, ahora las cosas cambiaron. Como a sus ojos, deshonramos a la familia, uno de nosotros tendrá que si o si heredar el negocio familiar y volver a la cocina, o los tres tendremos que aceptar unos matrimonios arreglados. - al escuchar lo que mi hermano mayor me decía, sentía que me estaba quedando sin aire

- Matrimonios arreglados?! Que paso con la condición de las Shokugekis?- le grite

- las condición sigue para cualquiera de las dos opciones, si escogemos la primera, la condición sigue para los otros dos, y si escogemos la segunda, corre para los tres.- hizo una pausa- y sobre el matrimonio, dijo que lo tiene planeado hace tiempo y que ya tiene vista a nuestras parejas y que es la única forma que encontró aceptable para devolver el honor que le quitamos a la familia.

- por favor dime qué es una de tus malditas bromas que hacías cuando chico- no quería aceptar la realidad

- creeme, me encantaría, pero no

- Y no le dijiste nada?! No tiene el derecho! No puede obligarnos!- le grite molesta-

- tristemente, tú sabes muy bien que si puede obligarnos, y por esa razón es la junta, tenemos que conversar y ver qué hacer

- no me gusta ninguna de las dos opciones

- y tú crees que a mí sí? *****, Yo soy feliz siendo ingeniero informático, se que Matthew es feliz como abogado y tú cómo doctora, pero tampoco creo que quieras casarte de forma obligada con un desconocido hijo de una familia conocida en el mundo culinario, porque al menos yo no quiero- me dijo serio, se notaba que estaba estresado en su voz, pero quién no lo estaría en esta situación.

- obvio que no quiero, cada vez odio más esto, lo detesto, detesto esto y a nuestro padre- exclame

-no digas eso, entiende que, para él, somos una desgracia, más aún porque estamos dejando el legado familiar- intento defenderlo

- y cómo padre, él debería preocuparse por la felicidad de sus hijos- ambos quedamos en silencio, y yo ya estaba cansada de hablar del tema- mira, ya no quiero hablar más del tema, nos vemos el sábado

- si, te enviaré un mensaje con el nombre del restaurante y hora, se puntual-

- está bien

- te quiero, pequeña

- 3 años dicen lo contrario, así que deja de mentir, adiós Adrián- no esperé a que contestara y corte

Estaba frustrada, era demasiada información, y muchas cosas de golpe, solo quería desaparecer de la tierra, pero tristemente no podía.

No podía creer lo del matrimonio arreglado, ¿Tan desesperado estaba de que volviéramos al mundo de la cocina?

¿A qué extremo podía llegar?

¿Tanta culpa tenemos por querer ser felices?

Muchas preguntas rondaba por mi cabeza, sin saber que hacer, pero al cabo de un rato, me di cuenta que no sacaba nada con calentarme la cabeza , así que, volví al baño con mi toalla, me termine de desvestir, y deje que toda el agua fluyera por mi cuerpo, como si está pudiera ayudarme a quitarme todos los problemas de encima.