te concedí la oportunidad de amarme,
pero el reloj indicaba ya la muerte de tus dilatados ojos,
que antes llenos de un fugaz cariño me observaban
pero ahora soy yo,
la ingenua,
la imbécil
de todos modos,
no estabas hecha para amarme
ni yo estaba preparada
para seguir clavándome la estaca
en mi pobre dignidad,
la que me arrebató la envidia de ser feliz.
pues ya no lo quiero,
no lo deseo,
pues es imposible ya,
justo con la fibra de la pasión
con la que uno normalmente
es feliz.
ya no importa,
aunque se vuelva un ciclo,
uno doloroso
que carcome la poca esperanza que alberga
lo que conocemos como amor.
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s u e ñ o s q u e m a t a n
Poetryuna pequeña representación de lo inútil que es la adolescencia para alguien que es tan malditamente sensible como yo... pero no se espanten, no es de esos típicas frases que pone la gente que no sabe nada sobre la vida en sus estados o historias, n...