¡Solo Vete!

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Amor... En el diccionario está definido como un sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno.
En canciones solo decía que era una simple fantasía.
En la poesía... Todo.
Pero en la vida real, para ella solo era una forma de masoquismo.

—Bien... Si a la gente le gusta sufrir, solo se tiene que enamorar —se repetía constantemente en la soledad de su habitación mientras escuchaba música para así lograr olvidar al joven por el que ella se había vuelto masoquista.

Ella estaba enamorada, más que en otras ocaciones, ella se había enamorado del chico de la sudadera roja.

Había pasado ya cierto tiempo desde que lo había visto por primera vez, en la zona del pueblo menos romántica posible: La central de microbuces.
Aún así, para ella era una zona que al  recordarla, hacia que la cabeza le diera mil vueltas y aparecieran esos nervios nuevamente... "Esas malditas mariposas" como ella solía decirle.

Pero ya era momento de dejar todo eso atrás. La gente que sabía que ella gustaba de él la seguía molestando continuamente cuando el joven pasaba a su lado o a unos metros, haciendo que ella se sonrojara por completo, pero no de amor... Si no de decepción por si misma, pues volvía a caer en las redes de ese chico y tenía que empezar desde cero.

¿Quién en su maldito sano juicio seguiría enamorada por más de un año y tres meses? (Suerte que no llevaba contadas las horas y minutos)

Ya había hablado con él una vez, antes de que él se marchara sin dejar rastro alguno. Ella en esos tormentosos meses fingió enamorarse de alguien más, pero en realidad lo esperaba a él, a su bella sonrisa, a sus lentes y ojos un tanto rasgados. Ella esperaba al joven de la sudadera roja con tales ansias... Que parecía una niña pequeña sacada de un cuento para niños.

Ya lo había visto más de mil veces, sus miradas ya se habían cruzado más de quinientas veces, los rumores de que él también la quería ya habían resonando en su cabeza más de quinientos mil veces. Y aún así, no había señales por parte del chico.

—¿Por qué es tan difícil olvidar? —se repetía tapando su cara con sus suaves manos— Solo es dejarlo ir... Lo logre con los demás.

—No es tan fácil cuando te enamoras —le repetía su entrañable amigo de pelo blanco con traje negro. Él se sentó a su lado y ella asimilaba a un chaneke a su lado— Te lo digo por que alguien se enamoró de mí a ese grado... En el que no fácilmente pudo salir.

—¿Qué puedo hacer?

—Déjalo ir... No sale de tu vida porque no quieres, te lo digo... Porque estoy seguro de que te lastimara.

—¿Cómo puedes saber si me lastimara o no?

—Porque él no se ama... Linda, ¿Cómo diablos amar a alguien que no se tiene ni una pisca de amor propio?

Eso la dejo pensando por días y noches enteras... Pero por fin regreso a la escuela, y noto que todo era cierto y cuadraba... Él no se amaba, era un chico que sufría por dentro, que se intoxicaba más de lo que ella pudiera creer. Era un joven que necesitaba ayuda, pero no la aceptaba de nadie, se juntaba con lobos ferozes que le daban una botella de veneno, y él la aceptaba, gustoso.
Ella lo miró, y ya no estaban esas mariposas, ni los celos cuando iba con otra chica, solo quedó algo... Algo que hasta el momento no la deja dormir:

La preocupación.

No quería que en algún momento le dijeran "Lo encontraron muerto por la intoxicación del alcohol (las drogas o el cigarro)" pero ¿Qué podía hacer?

Existen veces en las que ella quisiera que él le diga que no la ama, que la haga sentir como una estúpida... Ella quisiera gritarle mientras las lágrimas rodean sus mejillas, pero aún no existe una razón reconfortante.

[...]

Mariposas muertas, un corazón destrozado, el remordimiento de nunca haberlo ayudado y la decepción de haberse enamorado de él era lo que tenía a la pequeña regordeta en un tipo de trance. Era horrible la sensación de mirar a la oscuridad mientras gritaba.

"¡Estoy harta de ti! No te quiero y no quiero volver a verte más, me gustas y me gustaste desde hace mucho... Por mucho tiempo pensé que eras a quien más quería... Pero eso se acabó ¿Cómo puedo amar a quien no se ama? A quien desde hace mucho lleva metiéndose veneno en el cuerpo por alguna razón... Porque ninguna razón es suficiente"

Ella podía sentir como todas esas palabras le quemaban por dentro, las lágrimas por fin salían, después de estarlo deseando por más de un año y medio.

"Sólo vete, vete lejos de mi... No necesito más maldita y horripilante tortura, no estoy dispuesta a verte morir lentamente"

Se sintió liberada y en la actualidad, ella está liberandose de todas esas ataduras que la quieren guiar al precipicio, pero es casi imposible cuando lo ve sonreír o pasar cerca de ella... Cuando eso sucede, ella susurra las palabras más crueles para su ser:

"Solo vete"

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