Frases III

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–No, no entiendes. No sabes lo que es extrañar a alguien que sea de tu mismo linaje, ¡porque a ti no te importa nadie! No sabes el dolor que yo siento, cada que no puedo hablar con ella. ¡Es un vacío inmenso que nadie, absolutamente nadie puede llenar!– Le grité mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.

–Brian...– Es lo único que le responde.

–¿Qué...?–

–Se llamaba Brian, mi hermano menor, lo perdí cuando éramos mas que simples niños. Hasta este día aún no lo asimilo, y no me puedo perdonar por ello... yo sé tú dolor, pero tú no sabes el mío. Tu hermana sigue viva y hay una esperanza de que vuelvan a reencontrarse. Yo, simplemente espero a que Dios me deje reunirme con el nuevamente en el cielo...– Una lágrima corre por la mejilla de el hombre.

–Ahora ven, dame un abrazo...– Él extiende sus brazos y ella corre a él. El calor de su cuerpo la envolvió y ella simplemente continúa llorando inconsolablemente.

–La verás de nuevo, tranquila...– Él besa su cabeza y simplemente continúa abrazándola.

Basado en hechos reales...

-Anne Rosario