Una Nueva Oportunidad

17''Cine''

-¿Quieres ir al cine conmigo?
Erlin me acariciaba el brazo dulcemente mientras yo descansaba mi cabeza sobre su pecho desnudo. Ya era una costumbre. Después de hacer el amor los dos nos quedábamos juntos un rato más.
-¿Al cine?
-Sí. ¿No te gusta el cine?
-¡Me encanta!
Le respondí con una sonrisa.
Era tonto, pero mi corazón latía veloz. Yo deseaba estar cerca suyo, conocerlo mejor aunque eso podía ser peligroso. Solo habían pasado unos días pero para mi ya lo conocía de años.
-¿Entonces nos damos un baño y vamos al cine?
-De acuerdo.
Asenti contenta y me levante de la cama.
Nos bañamos, ¡por separado!, porque sino no había cine y luego me meti al closet para ver que encontraba. Mientras yo me vestía él me miraba sentado en medio de ese enorme closet ya casi vacio.
-¿Hace cuanto no vives aquí?
-Cinco años.
-¿Por qué te mudaste?
-No me gustan los apartamentos. Toda mi vida viví en una casa y después de vivir aquí un tiempo termine extrañando la comodidad de una casa. Donde vivo ahora es más comodo. Mi casa no es una mansión pero es muy acogedora.
Erlin me miraba curioso y sonriendo.
-Eres hermosa.
Dijo al rato, haciendo que mi tonto corazón se detuviera. Últimamente eso pasaba mucho y yo comenzaba a asustarme.
-Ya decía yo que tú habías quedado prendado de mi belleza.
Él solto una carcajada.
-Sí. Quedé totalmente prendado.
Enredo sus manos en mi cintura y beso mi hombro.
-No te enamores príncipito que esta peliroja es muy peligrosa.
Él me miró a través del espejo. Sus ojos mirando directamente los mios. Creo que ahí lo vi por primera vez. Quizás eso que yo me temía ya estaba pasando y ninguno de los dos tuvimos el valor de alejarnos.
-¡Hay peliroja!...no sabes lo me estas pidiendo.
Sus manos me hicieron girar y su boca capturó la mia. Era tan único y placentero sentir sus labios sobre los mios, esos labios tan suaves que abrían el camino a esa boca tan deliciosa. Su lengua entró en una guerra feroz contra la mia y finalmente yo me deje ganar porque....ahhh...era muy exitantes cuando sus manos abarcaban toda mi cintura y su boca danzaba con la mia. Mi mente se detenía y todos los pensamientos se alejaban.
-Creí que iríamos al cine.
Susurre sobre su boca con el poco aire que me quedaba.
-No te podrás escapar para siempre.
Respondio el apoyando su frente en la mia.
-Quien dice que me quiero escapar. Solo que hoy llega mi nana y me muero por verla.
-Entonces vayamos a ver esa película y luego podrás ir a casa a verla.
Salimos de mi apartamento camino al cine. La verdad estaba nerviosa, yo nunca había ido a un cine con un chico y me causaba gran revuelo en el corazón hacer algo nuevo.
Si...tiene que ser eso.
Me dije a mi misma negada a admitir que las mariposas que revoloteaban en mi interior no se debían al cine.
-¿Que película te gustaría ver?
-Harry Potter.
-¿Crees que la encontraremos en algún cine?
-No y por eso esperaba que tu eligieras.
-De acuerdo.
Llegamos al cine, después de comprar palomitas de mais, dulces y refrescos entramos a la sala oscura iluminada solo por la gran pantalla.
La película se llamaba a walk to remember. Las primeras escenas eran un poquito aburridas pero llegados a un punto la película se volvió emocionante y cuando la chica le confiesa al chico que tiene leucemia una lagrima resbaló por mis mejillas y Erlin sonrio, acercó su rostro y beso ahí donde la lagrima había estado.
La dulzura del gesto me sobrepasó y mi corazón nuevamente latía desvocado.
Aunque esa lagrima no fue la única, el chico comenzó a cumplir todos los deseos de ella antes de que muriera y casi al final, le cumplió el sueño de casarse en la iglesia donde sus padres lo habían hecho. Las lágrimas caían sin parar por mis mejillas y Erlin me abrazaba y me acariciaba el hombro intentando reconfortarme.
-No sabia que eras tan suceptible.
Me dijo una vez acabo la película y salíamos de la sala.
-No me puedes negar que fue triste.
-Si, fue muy triste. Tengo que confesar que yo también lloré la primera vez que la vi.
-¿Ya la habías visto?
-Sí, cuando era adolescente.
-¡Me hiciste trampa!, debiste decirme lo que pasaría y no la habría visto.
Me cruce de brazos y él me acaricio la espalda, me dio un beso en la cabeza sin dejar de sonreir.
-Creí que te gustaria.
-Y me gustó pero...
-Eso es lo importante, la película es muy bonita aunque no tenga un final feliz.
-Es cierto.
Concorde yo y el me dio un pequeño beso antes de tomar mi mano y caminar juntos hasta el estacionamiento. Habíamos llegado en su auto pero Rob ya estaba ahí esperando para llevarme a casa.
-Te llamare en  la noche.
Prometió Erlin una vez nos separamos.
Cuando llegue esa noche a mi hogar me lleve la gran sorpresa de encontrar a mi nana.
-¡¡Nana!!
Exclamé feliz.
-Hola mi niña.
Me sonrio ella abrazandome.
La sensación de protección que sentía entre esos cálidos brazos no la cambiaba por nada en el mundo entero.
-¿Cómo te fue?, cuéntame, ¿cómo esta mi hermana?
-Arianna esta enorme, ya sabes que te hecha muchísimo de menos. Te envío besos y pide que pronto la visites.
Eso me entristeció. Mi hermana era un ser importante en mi vida y me dolía que por un capricho de mi padre las dos hayamos tenido que vivir separadas tantos años.
-Sabes que no puedo.
-Esperemos que eso cambie pronto.
Mi teléfono vibró entre mis manos y yo lo encendí para sonreír al ver que se trataba de un mensaje de Erlin.
Espero que estés feliz. Imagino que ya debes haber visto a tu nana. Yo estoy ansioso por escuchar tu voz de nuevo. ¿Te puedo llamar?
Releí el mensaje antes de sonreir nuevamente, era extraño que algo tan tonto como un mensaje me hiciera sonreir de esa manera.
-¿A qué se debe esa sonrisa?
Pregunto mi nana curiosa. Casi había olvidado que ella estaba ahí.
-Oh,...no es nada. Se trata de una tonteria.
-¿¡Una tontería que te hace reír asi!?
-Conoció a un muchacho.
Interrumpió Rob en la conversacion.
-¡Rob!
Mi nana fijo toda su atención en mi.
-¿Es cierto?
-Si.
-¡Oh por dios que fabuloso!. Y si sonríes así es porque te gusta mucho.
-Nana...
-¿Como se llama?
-Erlin Smith.
Respondio Rob haciendo que mi nana saltará de alegria.
-Yo sabía que algún día llegaría el hombre de tu vida.
-No nana, él y yo...
-Se ven casi todos los dios. De hecho hoy fueron al cine.
-Te despedire si vuelvas a abrir la boca Rob.
-¡Cuentamelo todo!
Mi teléfono volvió a vibrar pero esta vez era una llamada. Había olvidado el mensaje.
-No es buen momento.
Dije a penas conteste.
-¿Pasa algo?
-¿Es él?
Susurro mi nana y Rob asintio.  No hizo falta más para que me arrebatará el teléfono de las manos.
-Aranza me estoy asustando.
-Mi nombre es Carmen muchacho. Esta tonta no me dejara conocerte así que tengo que hablarte ahora que puedo. Espero que cuides bien a mi niña.
-Hola...yo....
-Tranquilo, no te pongas nervioso, yo se bien que esta chica es una cabezota. Ten pasiencia.
Yo le arrebate el teléfono molesta.
-Erlin te llamare luego.
-Hasta mañana peliroja.
Su voz sonaba divertida y eso me asusto un poquito, ya incluso eso me aceleraba el corazon.
-Me enojare mucho si siguen inmiscuyendose en este asunto.
-Espero que si te gusta de verdad no lo alejes. Ya te conozco y no quiero que sigas dejando pasar la vida por miedo.
-No es miedo nana, ya sabes que yo...¡yo no soy la mujer correcta para ningún hombre!
-Cuando hay amor eso es lo de menos.
-Eso es demasiado importante en la vida de un hombre y si me enamoró no pienso condenar a ese hombre a vivir con una mujer como yo.
-¡¡Deja de decir niña!! Tú no eres nadie para decidir por los demas.
-¡Ya basta nana! No volveremos a discutir lo mismo. ¡¡Mi futuro es estar sola!!
Molesta me levante y me encerré en mi habitación. Necesitaba pensar en todo lo que estaba ocurriendo en mi vida. Nunca antes había vivido una experiencia así, Erlin se estaba metiendo en terrenos que no debía y seria demasiado doloroso para mi si el llegaba a ese punto que se suponía estaba desierto.
Aunque tengo que admitir que estar con él, era una de las mejor cosas que me habían pasado.