15.
La lluvia llegó de improvisto a la ciudad de Doncaster y Harry se sintió feliz de que el clima acompañara a su estado de ánimo. Si el sol estaba presente, él se sentiría culpable de no estar afuera disfrutando del radiante día así que todo iba de acuerdo a lo planeado.
Movió sus piernas con lentitud fuera de la cama para observar con perfección desde su balcón la tormenta, volteó a ver el reloj y eran las doce del mediodía, no era mal hora para despertarse hablando de un domingo.
Sonrió al ver la taza de Louis a un lado del fregadero, decidió desayunar (a nadie le interesa el horario) y optó por servir café en el tazón rojo y con lunares blancos de su novio. Buscó algunas galletas y se sentó frente a la ventana, observador y con su libreta a un lado.
Se fijó en la última nota, recordaba la lluvia de ese día a la perfección.
Hoy me siento igual de nefasto que siempre, sí, extraño a Louis. Mierda, no simplemente lo extraño como extrañas aquella maestra de primer año de secundaria que siempre te ayudaba en los exámenes no, realmente extraño a Louis. ¿Cómo puede continuar mi vida si no lo tengo? Lo necesito. Aquí. Conmigo. Ahora.
Se echó la taza sobre los labios y tomó el café sin importar que estuviera caliente. Suspiró, se sintió extraño, triste, estaba muy triste, pero no de esas tristezas de llorar hasta el cansancio, otro tipo de tristeza que ni siquiera tenía fin alguno.
¿Por qué mi vida depende tanto de él? ¿Por qué me enamoré? ¿Por qué Louis? ¿Por qué lo amo así? ¿Por qué él?
Miles de porqués azotaban la mente de Harry y su mano estaba apunto de encenderse, las palabras llegaban a su cabeza como por arte de magia y no podía acomodarlas correctamente para expresar sus sentimientos con sinceridad.
Notó como las gotas chasqueaban contra el vidrio y negó con la cabeza. Caminó a dejar las cosas sobre el fregadero sin soltar su libreta, después de todo, era su mejor companía cuando estaba solo.
Vio la radio a un lado y opinó que sería bueno algo de música, encontró un disco que recordó haberlo grabado hace unos meses para Louis. Exclusivamente con canciones de The Fray. Era una buena elección, claro, si sólo quería deprimirse.
Puedo escuchar a The Fray cantar en el viejo grabador que traje de mi casa en California. Look After You, es su canción favorita. Lo oigo a él, me siento un estúpido, me imagino desvaneciendo en sus brazos mientras me dejo llevar por su cautivable voz. Es hermosa, ¿lo dije alguna vez? Adoro cuando se ríe, es tan dulce cuando lo hace. ¿Hablé de sus ojos? ¡Qué maravillas!
Tres golpeteos se oyeron en la puerta y él frunció el ceño confundido, nadie llegaba de improvisto. Nunca.
Al abrir, se encontró con Troy, el conserje.
-Buen día, Harry. Bonita bata, amigo.
Elogió con sarcasmo al observar la bata de seda rosa que llevaba puesta. Para nada gay.
-Gracias, Troy. ¿Cómo estás?
Rió el ojiverde.
-Bien, bien, gracias. Llegó correspondencia para tí ayer y no habías revisado tu buzón, me pareció raro no verte por allá temprano entonces decidí subir para asegurarme de que estuvieras bien. Ya sabes.
Harry lo abrazó feliz. Troy era en verdad una excelente persona, más de una vez él y Louis habían sido invitados a alguna que otra cena con Amanda, su esposa.
-En verdad gracias por preocuparte, Troy. Tal vez esté resfriandome pero nada del otro mundo, muchas gracias por ésto.
Dijo levantando las cartas.
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They just still in love » Larry Stylinson - 2da parte
FanfictionNO LEER SI NO LEÍSTE THEY JUST FELL IN LOVE. ❝Hemos sido creados para amar y ser destruidos.❞ Larry Stylinson AU. Advertencia: contenido homosexual, SMUT, lenguaje no florido y violencia. Si sos homofóbico/a o no shippeas Larry, ¿qué haces acá? No...