No sabía qué hacer. Me quedaba atrapada en una situación que parecía no tener fin. Me sentía confusa y con ganas de seguir hacia adelante. Quizás, como siempre, lo hacía sin darme cuenta. Pensé que perdí amistades, pero a la vez, sabía que no estaba siendo honesta conmigo misma: ellos siempre han estado ahí. Quizás me olvidé de ellos, de lo que es una amistad, de cómo se siente tener una. O quizás, son ellos que se olvidaron de mí. O quizás, ellos decidieron seguir hacia adelante. O quizás, todo lo que pensé son los que conforman la realidad de muchos otros. O quizás, soy yo quien lo está complicando demasiado.