La noche había caído, yo me encontraba en aquel cómodo sillón, eso había aparentado en un principio, pero la verdad es que no era para nada confortable dormir en el, trataba de conciliar el sueño pero no era posible, cuando pude hacerlo a las horas un estremecedor ruido me despertó, se oía como un bocinazo, luego de tratar de concentrarme y dejar de pensar que era una invasión alienígena, me di cuenta que realmente era Adams.
—Tienes que despertarte todos los días a las 5 am. — Me miró fijamente mientras tenía un tipo de megáfono con él—
—¡¿Estamos en un jodido campamento militar?! — Contesté lo más enojada que pude.
—Ya cállate y no te quejes. — Agregó para así darse vuelta.
Nunca había imaginado que ser aprendiz de alguien como el se tratase de estar corriendo por 20 minutos sin parar por todo el maldito bosque, no sabía ni dónde nos encontrábamos, lo único que sabía era que estábamos muy lejos de la cabaña, literalmente este hombre si que tiene resistencia, cosa que a mi me faltaba y a decir verdad... mucho. Cuando finalmente dimos por terminada la clase de educación física, o lo que haya sido me permitió darme un baño, con agua fría claro, porque según el eso me ayudaría a que mi sangre circule mejor, claro y para que me congele también.
Cuando terminé de ducharme y el también nos dirigimos a la parte trasera de la cabaña, en esta había una gran mesa llena de sustancias en frascos, las cuales todavía no terminaba de descifrar bien, al otro extremo de la mesa también habían probetas vacías, al igual que vasos de precipitado, todo esto me hizo suponer que obviamente tocaba clase matutina.
Pasamos muchas horas memorizando elementos y mezclando aquellos que se podían combinar, entreverar.—¿Cómo puede ser posible que intentes mezclar lejía y amoníaco? ¿Eres estúpida acaso?
Es algo básico, sabes que estos dos elementos juntos crean un gas tóxico, la Cloramina. Podríamos haber muerto. Sigue con las demás, trata de no equivocarte. — Soltó realmente muy enojado Adams.Seguí haciendo otras mezclas mientras trataba de no echarlo todo a la basura, casi creo algo tóxico, como Adams dijo, es básico pero si supiera que su mirada me intimida y me pone nerviosa se daría cuenta que no lo hice a propósito.
Ni siquiera sabía que hora era, se que tenía mucha hambre, pero no quería ni siquiera hablar, ya que yo estoy aquí para aprender no para comer. Traté de mantener ese pensamiento en mi cabeza así podría por lo menos pensar en otra cosa y engañarme a mi misma diciéndome que no tenía hambre.Pero si es que existe un Dios ha escuchado mis plegarias, John me llamó para comer, cuando entré llena de esperanzas de encontrarme con mi plato de comida, nada en específico, solo algo para comer sea lo que sea.
En cambio me encuentro con él recargado en el sillón.—Dr Adams... ¿la comida? — Pregunté con un tono entre tímida e inocente.
—No eres mi invitada, en algo tienes que ayudar, así que comienza a cocinar.
La cocina queda del otro lado del comedor, apúrate ya que ambos tenemos hambre.Solo observaba cómo me señalaba donde quedaba la cocina mientras escuchaba atentamente cada palabra, "comienza a cocinar... ambos tenemos hambre".
Ugggh, es imposible, aunque en algo tenía razón, yo no era su invitada, así que no podía hacer más nada que obedecer y cooperar en algo, en este momento, cocinando. No era la mejor pero me las arreglaba bastante bien.Cuando entré a la cocina me sorprendió ver todo tan... perfecto. No había otra palabra para describirlo, era una cocina muy pintoresca al estilo vintage.
No sabía bien que preparar, es decir ¿si algo de lo que hago no le gusta?, bueno, supongo que no debe tener en SU cocina cosas que no le agraden... pero ¿y si le gusta solo los fideos? y ¿por separado la salsa? O ¿si quizá tiene algo que no le gusta porque lo compró sin querer? Me estaba volviendo algo paranoica pensando en esas cosas, así que comencé a hacer una comida típica, algo que en mi casa se preparaba varias veces a la semana, un exquisito pescado con papas.
No era muy extravagante pero a todos les gusta, o eso supongo.
Luego de tener todo preparado coloqué los platos en el comedor y procedí a llamar a John.
Opte por gritar "Dr, la comida está lista"
Yo me senté y esperé que el hiciera lo mismo, cuando así lo hizo solo soltó unas bruscas palabras.—No me gusta el pescado. — Contestó mirándome seriamente.
No sabía que hacer o que decir, solo me quedé en mi lugar como una estatua, creo que ni siquiera estaba respirando, sabía que algo saldría mal. Simplemente trague en seco.
—Relájate, fue una simple broma. ¿Acaso no tienes sentido del humor?
—Si, solo que... nada, déjalo.
—No sabía que aún quedaba pescado.
—Lo encontré en la nevera y decidí usarlo, como puedes notar, espero te guste.
—Si aún así no me gusta comerlo más de una vez, cuánto cocines otra vez no lo uses porque te echaré, no estoy bromeando.
—Claro, así que tiene un amor odio con el pescado. Entendido.
Luego de esa última mini charla no volvimos a cruzar palabras, solo pude notar una media sonrisa que el me dió, contestando a mi ultimo comentario. Yo se que detrás de todo aquel mal carácter había alguien sumamente amable, o eso quería imaginarme.
Habíamos terminado de almorzar en silencio, cuando Adams decide romperlo y de una manera forma.—Bien, en 15 minutos volveremos a entrenar. Correremos y estiraremos luego, así que yo opinaría que te pongas algo cómodo porque suelo correr más en el segundo entrenamiento del día. Eso quiere decir que es en este momento.
Sabía que la paz había terminado, el maldito si se creía que estaba en un campamento militar, porque su entrenamiento es uno militarizado, de eso no tengo duda alguna. Pero bueno, yo me metí en esto, ahora tocaba soportarlo aunque no quisiera.
Hola queridos saltamontes 🦗Voten y comenten, espero hayan disfrutado el capítulo!✨
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Salvando al culpable (Terminada)
Aventura¿Qué harías si un día simplemente te encuentras años atrás en un horrible desastre, el cual puedes impedir? Cualquier persona haría lo necesario para detenerlo, pero Emma no tiene en sus planes viajar al pasado para arreglar un desastre que no ocasi...