DESIRE [OS]

I just want some attention

PARTE ÚNICA

Me besaba con delicadeza, pero aún así se podía sentir la desesperación que ambos teníamos a leguas.

Recorre mi espina dorsal con sus manos y se detiene en mis caderas, las sube a mi cuello y me sonríe. Siento su peso contra mi y las pequeñas descargas de electricidad que vienen acompañadas de esa sensación, me tiene atrapada y a su merced. Me mira a los ojos diciéndome con ellos que no debo moverme.

Su toque cambia a uno suave, y sus manos recorren desde mi cintura hasta mi pierna, me relaja, me deja vulnerable y afirma una vez más el nudo con el que amarró mis muñecas unos segundos atrás. Me dan escalofríos cada vez que siento sus labios en alguna parte de mi cuerpo.

Venda mis ojos y mis sentidos se concentran por completo en tu tacto, la manera en la que cambia mi forma de notarlo tan drásticamente acelera mi ritmo cardíaco y mi respiración se hace más pesada. Siento su respiración en mi pecho y sus manos en mis caderas, me recorren pequeñas descargas de electricidad a la vez que sube y baja sus manos.

Me retuerzo un poco pero me vuelve a dejar como estaba, dejándome en claro que no debo moverme. Le hago caso e intento no moverme más.

Su respiración baja de mi pecho a mi cintura, produciendo que suelte un pequeño suspiro como reacción. De la cintura baja a las caderas y de las caderas a la ingle.

Me da un escalofrío cada vez que respira.

Lo siento directamente en mis muslos, para luego sentirlo subir a mis caderas de nuevo y dejar un camino de pequeñas gotas de placer cada vez que sube más.

Su toque me hacía necesitarlo más cada segundo que pasaba. Necesitaba todo lo que podía darme, hasta poder saciar esta necesidad que se volvía más grande a cada segundo.

Y, como si hubiese leído mi mente, me dio más.

Mi respiración agitada y mi ritmo cardíaco más rápido que hace dos segundos atrás. Sentía electricidad con cada toque que daba.

Mientras bajaba sus manos, me besó, fue algo rudo, algo deseoso.

Mientras sus labios iban dejando húmedo por donde pasaba, sus manos lograban hacer que arqueara la espalda haciendo la sensación un poco más satisfactoria. La cadera, el cuello, mi ingle, era un círculo vicioso. Atacaba mi cuello con su boca mientras se divertía con mi cadera e ingle.

Mis manos, amarradas, empezaban a desesperarme, sintiendo la necesidad de soltarlas.

De un segundo a otro cambió su forma de hacer las cosas, logrando que la música de ambiente fuera acallada por gemidos, pero haciendo que, con esa reacción, se detuviera.

Sabía su juego, quería que se lo pidiera, que le hiciera saber que era suya, que le necesitaba, que me tenía en la palma de su mano. Me quitó la venda que tenía puesta para que le viera fijamente a los ojos, estaban oscuros y brillantes, podía ver la lujuria en ellos, llamándote a querer ir más allá, una y otra, y otra vez.

Así que se lo dije. Le supliqué que siguiera y no se detuviera.

Me miró, sonrió y lo hizo.

Apretaba mis manos contra la cama con cada toque que me daba, era más rudo, más intenso, más placentero.

Mi ritmo cardíaco comenzaba a acelerarse más, al igual que mi temperatura corporal y aún así se detuvo, una vez más, logrando que la frustración se apoderase de mí, que mi respiración se agitara y la necesidad de soltarme creciera..

Hizo la misma jugada un par de veces más pero ya estaba en mi límite y le implore piedad. Mi cuerpo ya no aguantaba más.

Me soltó las muñecas, y me atrajo hacia su cuerpo, dejándome a horcajadas, mientras sus manos estaban en mi costado haciéndome sentir escalofríos.

Arriba

Abajo

Un suspiro

Un toque

Gemidos en lugar de la música

La sensación de cosquilleo que te libera de una vez.

Mi ritmo cardíaco comienza a regularse al igual que mi respiración.

Sudor y calor inundaban la habitación mientras la música de fondo se escuchaba nuevamente, unas risas como final, mientras un susurro en mi oído me dejaba claro todo lo que él sentía.