Frases III

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–¡Entonces dímelo!– Le grito mientras que las lágrimas corren por mis mejillas.

–¡No! Solo déjame. Turn the page, and just be happy. I'm not good anymore.–

–No. That's not how this works, you don't just get to do that.– A este punto ya estoy descontrolada, mis manos están temblorosas y simplemente sentía que ya no daba para más.

–Yes, I can actually.–

–Entonces dímelo, mándame al carajo. Dime que ya no quieres saber más de mi, dime que no sientes nada por mi; pero cuando lo hagas mírame a los ojos. Así sabré que hablas enserio.– Las palabras fluyeron de mi corazón y salieron por mi boca como si fuese programada a perfección, pero simplemente era lo que sentía. Una agonía inmensa.

–No, no lo haré...–

–¿Porqué...? Dime, dame tu fucking razón para negarme lo único que yo te pido, para que tú dejes de ocupar ese lugar en mi corazón. No me quieres aquí, ¿cierto? ¡Entonces dímelo!–

–¡Porqué no puedo, no quiero!– Él grita frustrado y alterado.

–¿Porqué?– Le grité en respuesta.

–¡Joder, porqué te amo!– Sus palabras me toman de sorpresa por completo. Me quedé pasmada, las lágrimas cesaron por algunos minutos. Yo lo abrazo, él me lo devuelve más fuerte aún, y tiernamente besa mi cabeza. Ya esto se ha vuelto una costumbre, cada que me abraza siempre besa mi cabeza.

–Yo no estoy bien, hay algo muy mal en mi...– Él me susurra.

–Lo sé...– Respondo, pero niego con mi cabeza.

–Aún así, no te voy a dejar solo.–

–Entonces dame tiempo, para así poder saber qué me sucede y qué tengo que arreglar. Aún tenemos tiempo para hacer algo, pero déjame salir de esto...– Él besa
mi cabeza unas cuantas veces más.

–Está bien...–

–Hey, si necesitas algo, no dudes en llamarme, llego volando.–

–Te llamaré todos los días para que hagas mis tareas.– Le dije soltando una pequeña risilla.

–Cuídate chiquita...–

–Adiós...– Es lo único que respondí, para lentamente salirme del auto.

'Tiempo... ¿qué carajos está sucediendo...?'

• • •

Despierto el siguiente día en mi cama, me siento y observo que todo parecía estar normal, pero algo andaba raro. De repente me da un olor masculino, y este mismo provenía de mi sudadera.

'Entonces, si sucedió todo eso... Vale, ¿y ahora qué...?'

Basado en hechos reales...

-Anne Rosario