Tiempo junto a los Matsuno (Matsunos x Reader)

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—Solo dime una razón para no ir y decirle a Ichimatsu —Apenas habías ingresado a la habitación y Osomatsu ya lo había arruinado.

—¿Por qué me amas? —Trató de jugar un poco, aunque claro, no funciono tanto.

—Pierdes el tiempo —Si, definitivamente iba a decirle yo misma a Ichimatsu. Era mi mejor amigo después de todo.

—¡E-Espera, eso duele! —Estaba dramatizando, pero no iba a negar que no le gustaba ser bateado por la chica guapa.

¿Qué sucedía? Bueno, estabas como siempre en residencia Matsuno, Ichimatsu era tu mejor amigo y al que más fácil reconociste desde un principio. Al ser quien más confianza te mostraba, te pidió ir por aquella bolsa de botanas que había comprado con todo su cariño a sus gatos. Quería darles de comer junto a ti.

—Se supone que eran edición limitada —Te irritaba porque aún recordabas su carita llena de emoción cuando le habías mostrado aquel paquete—. Cuando se entere no te va matar, te va castrar...

—Soy su hermano favorito, me la perdonará —Estaba confiado de sus palabras.

—De hecho yo he sido la que previene tu muerte prematura —Solté realmente incrédula. Decidí recargarme en la pared ya que era cansado estar parada.

—¿Ah? —Habías llamado por completo su atención.

—Varias veces te ha querido asesinar por tus idioteces, si no fuera por mi ni siquiera estarías comiendo eso justo ahora —Suspiraste al recordar lo difícil que era librarlo de los complots de sus hermanos.

—¿No me odias? —Era la única conclusión a la que pudo llegar—. ¡Aww! Te preocupas por mi~

Sin siquiera poder reaccionar, ya te encontrabas entre sus brazos y siendo besada en tus mejillas y frente en repetidas ocasiones. Incluso lograbas sentir besos en tu nariz. Era algo incómodo considerando que no te llevabas con él, hasta momentos es que se dio cuenta de su actuar. Estaba muy avergonzado pero decidiste no prestarle mucha importancia.

—¿Odiar? —Si, también eso fue lo único que te importó—. ¿Por qué lo haría?

—¡Si! Digo, normalmente me ignoras o prefieres tratarme como lo hiciste hace unos momentos al entrar —Parecía algo avergonzado de expresarse, no esperaba hacerlo frente de ti—. ¡Con los demás eres tan dulce!

—Es que estás bien idiota —Directa, pero fuiste sincera.

—¿Disculpa? —Realmente no sabía que decir ante tal queja.

—Me caes bien, pero tu idiotez me repela —Levantaste y bajaste tus hombros restando importancia.

Desde que habías conocido a Osomatsu, siempre te había parecido una persona carismática, agradable, juguetona, llena de vida y capaz de sacrificar muchas cosas por el bien de las personas que ama. ¿Por qué te alejabas tanto de él? Simple, te gusta. ¿Por qué no tratas de conquistarlo? Le coquetea a Totoko y así no se puede desde tu vista.

—Entonces no te caigo bien —Soltó una risa algo nerviosa.

—Eres agradable cuando no estas siendo un idiota —Evitaste reír al ver como sus mejillas se iban inflando. Te recordaba demasiado a tus adorables sobrinos.

—Me odias mucho —Su voz sonaba quebrada. Para estar fingiendo sonaba muy real.

Solo pudiste ver como se fue a la esquina de Ichimatsu en la cual se hizo ovillo completamente decaído por tus palabras.