− Madison, despierta o perderás el vuelo− grita mamá desde abajo, todavía faltan 7 horas para estar en el aeropuerto.
− Si mamá, ya estoy despierta− mentiras, estoy más dormida que la bella durmiente esperando a que su príncipe la despierte con un beso de amor verdadero, si claro como si existieran.
Me levantó y veo mi reflejo en el espejo, ahí solo se encuentra una de 21 años a la que a veces la gente la confunde con una de 15, en ocasiones tiene su ventaja en otras no y eso se debe a que no soy muy alta mido un 1 metro con 58 cm, no tengo mucho busto soy 36B o sea casi plana, peso unos 58 kilos no soy ni delgada ni flaca soy uhmm normal creo, tengo ojos color chocolate, mi cabello es largo me roza la tira de atrás del sostén y es de un color como el de las bellotas y mi piel es blanca como la nieve. Esa soy yo Madison Vega la chica solitaria, soñadora, tímida, amante y obsesionada de los libros; pero a partir de hoy las cosas cambiaran, cambiare de aires, personas y nacerá una renovada Madi en Ámsterdam.
−Madison a desayunar− grita como loca mi madre, pero ya se dieron cuenta lo soñadora que puedo ser al punto de olvidarme de esta realidad.
−Upps, si ya bajo− dijo para que deje de gritar.
−Apúrate−que mujer que no me deja respirar.
−Si mamá ya voy, no ves que este cuerpo pesa.
−Sí, si lo que digas− mi bella madre aun no me comprende del todo, pero aun así la amo.
Voy saliendo de mi habitación que está en el segundo piso, cuando llego a la escalera y pongo un pie en el tercer escalón caigo de culo porque me pare en uno de los juguetes de Sami, ese mocoso me las pagara. Él es el hijo de mi hermano menor, es él menor de mis 5 sobrinos, mi hermano lo tuvo cuando estaba recibiendo décimo año por segunda vez, ahora tiene 19 pero no han madurado mucho, pobre Sami. Al parecer mis hermanos han estado ocupados poblando al mundo.
−Madi estas bien− grita mi mamá desde el comedor creo, por lo menos se preocupa si no me desnuque, pienso con sarcasmo.
−Si mamá− dijo con una mueca de dolor, gracias a Sami tendré el trasero plano y tendrá que trabajar para ponerme siliconas ahí.
Cuando termino de bajar las escaleras sin ningún imprevisto, voy directo al a comedor, paso por la cocina no encuentro a mi madre ahí, así que ataco el refrigerador saco unas uvas y las voy comiendo, cuando llego a la entrada del comedor me paro en seco.
− ¡SORPRESA! ¡FELIZ VIAJE! – gritan mis familiares. No lo puedo creer, estallo en lágrimas no solo de la emoción sino porque me atragante con una uva por el susto que me lleve de verlos a todo ahí por suerte me recupero y vuelvo a ver a mi disfuncional familia.
Veo a la abu Ana, siendo abrazada por la tía Gis, a la tía Lore con su esposo Vincent y mi prima Fio, la tía Eu (Eugenia) con su esposo Ralph y mi primo J.M., mi hermana mayor Megan con mis sobrinos mayores Ron y Dan, mi hermana del medio Morgan con su esposo Arturo y mis sobrinos del medio Marí Pau y Caleb, mi pequeño hermano Max y Sami, y por ultimo mis progenitores. No puedo creer que esta vez mi papá haya venido.
−Felicidades mi hijita, que Dios te acompañe, te ilumine y –baja la voz y acerca su boca a mi oreja − proteja para que no caigas en la tentación – quiero morir.
−Gracias abu− dijo apenada, espero que no crean que vaya a ir a acostarme con todo lo que tenga 3 patas, le doy un gran abrazo y ella besa mi mejilla.
−Mi pequeña hermanita, nos deja− oigo desde atrás.
−Si Meg, me voy pero pronto estaré devuelta, acuérdate que existen las vacaciones.
−Niños vengar a saludar a su tía− dice con un tono algo triste.
Ron y Dan se acercan a darme un fuerte abrazo de oso y un beso en la mejilla cada uno – Los extrañare chicos – dijo con tono triste.
− Nosotros también tía Madi – dice Dan con su vez tiritando un poco.
−Sí, te extrañaremos mucho, ya no tendré con quien pelear− dice Ron con su voz firme de adolescente y con sus ojos cristalizados, haciéndose el fuerte para no llorar.
No puedo creer como se han vuelto tan grandes y pensar que antes peleaba con ellos porque tenía celos de ellos, que loqueras ahora los quiero tanto y no quiero dejarlos, pero antes de seguir reflexionando escucho su horrible voz.
− ¿A qué hora te vas? – pregunta el metiche de Max con su voz impacientada.
−Que dulce ere por preguntarme, no te preocupes también te extrañare cara de mono – dijo igual de irritada que él.
−Ya van a comenzar – dice mami irritada, no sabe porque no podemos estar una hora sin discutir cosa que yo tampoco se.
−Llevemos la fiesta en paz− dice la tía Lore, pero antes de darle la espalda le saco la lengua a Max y cuando ya me vuelvo para hablar con los chiquillos ya ellos se han ido, los mocosos si son inteligentes huyeron mientras podían.
−Mamá mira a Madi – dice Max para que regañen.
−Si Max la veo, la he visto durante 21 años – dice mami con ternura.
Oh no, má va a llorar, pienso y antes de correr hacia mi habitación oigo como me llaman.
−Madi ven te tengo una sorpresa – dice la tía Gis y veo como se dirige hacia afuera.
−Ya voy tía Gis. Les dijo a los demás que ya regreso, dejo a una muy llorona mamá y paso por la puerta para dirigirme a mi sorpresa.
Hola, aquí está el primer capítulo espero les agrade, sé que dure mucho pero me daba algo de pereza tener que digitar en una computadora que cada 15 min se apaga, espero comprendan.
Me gustaría que comentaran que le parece y que será la sorpresa que le dará la tía Gis a Madi.
Chaoooo hasta la próxima.
María José N.
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Los 7 pecados capitales y yo (Pausada)
ChickLitHola soy Madison Vega, tengo 21 años y acabo de mudarme a Holanda, para ser más específica a Ámsterdam la ciudad del pecado para algunos; me mude por que gane una beca en el Gerrit Rietueld Academie para terminar mi carrera de diseño.Se suponía que...