El vals (parte 2)

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No podía seguir escuchándola. Le resultaba frustrante, ¿Cómo se atrevía a rebajar sus deseos tan solo porque el panorama se le estaba pintando bonito? Sans no pudo soportarlo, no con este sentimiento creciendo sin permiso, era cada vez más complicado empujarlo. No sé dió cuánta de que hacía hasta que el mismo aroma de las sábanas golpeó sus fosas nasales. La tenía cerca, muy cerca que creía que podía decir alguna tontería y faltarle al plan para ayudarla. Tenía que volver a sus sentidos, pero no podía dejar pasar esta oportunidad para advertirle, ella tenía toda su atención puesta en el...

"Si vas a tomar esta elección, que sea porque tú lo deseas..."

Frisk intentó decir algo, pero sus manos aún seguían aprisionadas nadas por su agarre.

"Recuerda que estás aquí porque tenías curiosidad, porque querías aprender más... No para resolverle la vida al resto"

Ella desvío finalmente la mirada.

Pero no es como si ella tuviera otra opción... Asriel es un buen partido, el Rey y la Reina se sabe que ya tienen aprecio por ella, sea o no por su especie... Aquí tendrá una buena vida, y cabe la posibilidad de escucharla hablar y reír otra vez.

¿Porque me opongo a algo así? Es una gran oportunidad para ella... Pese a que está pensando en hacerlo por el resto, ya habría ganado. Ella conseguirá ser feliz al final...

Y...

Habré cumplido con esa dichosa promesa.

"Mira... " Dijo en un tono mucho más suave, soltando el agarre de su mano en la de ella "Deja que la felicidad de los demás sea un bono a tu decisión, no tu prioridad. Cada uno aquí se esfuerza día a día para vivir tranquilos, desvirtuarias su propio trabajo si piensas en que serás su salvadora"

Frisk parecía pensante, había dado un paso atrás para observar el salón y luego volvió a fijarse en él.

Ella no entendía, podía verlo en su mirada.

Mierda, no le estaba dejando opción.

"Te lo pondré en perspectiva" dijo alejándose de ella "que pasaría si yo..."

La mano de Sans de deslizó hacia su mejilla, haciéndola mirarlo hacia arriba.

"Que pasaría si te dijera que esa decisión que hace tan feliz a los demás, me haría miserable a mí como resultado"

Sans se encontró nervioso, que por poco y las manos no le sudaban o le temblaran. Pero al menos logro la reacción que quería en ella.
La confusión en el rostro de Frisk se volvió al asombro y una adorable tinte le coloreo los pómulos.

¿Por qué te sonrojas...? No te sonrojes ahora, niña, vas a hacer que pierda la compostura.

"¿Lo harías?" Dijo esforzándose por endurecer la mirada otra vez.

Sans sentía que el alma se le iba a salir del pecho de tantos golpes, tenía el rostro ardiendo, y esperaba a que no lo delatara y pasara desapercibido como efecto del enojo. Decirlo lo había dejado vulnerable en parte, como si un peso estuviera desprendiéndose de sus hombros, y tan solo se encontraba frente a ella en esa escena. Le resultaba tan fascinante, su piel suave bajo su tacto, tan adorable con esos ojos llenos de iluciones y esos labios tan tentadores de...

Tuvo que obligarse a separarse de ella tan pronto sintió que estaba otra vez demasiado cerca de su rostro. Era peligroso, tan solo una señal más y haría una tontería.

Frisk dio otro paso atrás y negó con la cabeza lentamente. Sans la terminó soltar y ella desvío la mirada.

"Entonces si lo hiciera..." comenzó ella a decir "¿Te pondría triste?"

Mi pequeña sirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora