Necesitar uno del otro [Feligette]

🌸Capítulo único🌸

Este one-short va dedicado a VivianAventurasBarro por ser la seguidora #400. Te lo agradezco un montón, espero que te guste esta historia. 😘

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— Papi, ¿jugamos a las escondidas?— preguntó de manera tierna el infante rubio de ojos verdes.

— Ahora no Adrien, estoy ocupado— respondió el mayor sin quitar la vista de su portátil.

Decepcionado, el pequeño rubio de nueve años, se encerró en su habitación sin nada que hacer.

Felix Agreste, un joven adulto de 25 años que trabajaba como secretario en una importante empresa, pero no tiene el tiempo para jugar con su hermano menor.

La vibración de su móvil lo interrumpió, al ver el identificador, se puso nervioso ¿Por qué su jefe lo llamaba si ya había terminado su jornada laboral?

— ¿Bueno?

— ¡Agreste! Surgió un problema y necesito tu ayuda ¡Te quiero aquí en media hora!

Al decir esas palabras, colgó.

El jefe del rubio solía ser una persona amable, pero cuando se trataba de problemas con su amada empresa, era un ogro.

Marcó el número de la niñera de su hermanito, esperaba que estuviera disponible.

— Hola Fel ¿Qué necesitas?— habló ella con tono de voz coqueto, pero el joven no se dio cuenta.

— Hola Lila ¿Estás ocupada?— sostuvo el móvil con el hombro pegandolo a su oído mientras organizaba la mesa.

— No lo estoy ¿Para que soy buena?

— Surgió un problema en la empresa, necesito que cuides a Adrien.

— Ah… claro, estaré allí en diez minutos.

Al momento de colgar, Félix fue al cuarto de su hermanito, lo encontró sentado en la cama viendo televisión, el pequeño rubio se dio cuenta de su presencia, pero estaba tan enojado con él como para hablarle.

— Adrien...— el infante seguía sin hacerle caso— Tengo que ir a la empresa, me iré en cuanto Lila llegue.

Al escuchar el nombre de la italiana, Adrien quitó la mirada de la televisión para dirigirla hacia su hermano.

— ¡No!— se bajó de la cama y corrió hacia él para abrazar sus piernas— Llévame contigo, me portare bien.

— Lo siento— se inclinó un poco para acariciar su hebras— en la empresa no se permiten niños.

Ambos escucharon el timbre, el mayor abrió la puerta y se encontró con la joven italiana que le dedicaba una sonrisa.

— Hola Fel ¿Donde está el pequeñín?— descaradamente le dio un beso cerca de sus labios y entró al apartamento— ¡Aquí estás! ¡Estoy tan feliz de verte!— se arrodilló en frente del infante y agarró sus mejillas con fuerza— Nos vamos a divertir mucho.

— No tardaré, Adrien, compórtate— fue lo último que dijo el mayor, antes de salir del apartamento.

La castaña se levantó y sacó su celular para revisar sus redes sociales ignorando completamente al niño.

— Lila ¿Jugamos?— él le extendió una pelota inflable de color azul.

— ¿No ves que estoy ocupada?— dijo irritada sin quitar la vista de su móvil y se sentó en el mueble.