Taylor y Michelle ( 3 Parte)

capitulo 3

- No le encuentro lógica, tal vez estoy aquí por imbécil, por gritarle así- dije con los ojos cristalinos- ¿Qué es este lugar? ¿Cómo salgo de aquí? Dije intentado moverme hasta que me caí al suelo

P.O.V MICHELLE

Entro a la casa, aun enfadada, pero soy consciente que como marido y mujer que ahora somos tenemos que arreglar el problema dialogando, sin discutir y gritarnos como dos niños pequeños

- Tay – dije entrando a la habitación - ¿tay? – busqué en todo el lugar, no estaba.

Él también estaba malgeniado, seguro se ha ido, pero volverá más tarde, voy a esperarlo para que hablemos dijo sentándome en la cama prendiendo la tv.

P.O.V TAYLOR

Me encuentro tan arrepentido de haberla tratado tan mal, de no alegrarme por el bendito apartamento de empezar una nueva vida juntos ahora jamás la veré de nuevo, me siento miserable, sin esperanza, ya no sé cómo salir de esta, solo quisiera verla una vez más. Si uno supiera lo valiosas que son las personas en el momento, si uno supiera apreciarlas no tendría luego que soportar la pérdida o el extrañarlas. Me removí en el suelo aun amarrado en la silla intentando liberar las sogas de mis manos, hasta que lo conseguí e hice lo mismo con la de los pies al pararme escuche unos pequeños susurros detrás de la pared, pegue mi oreja a la pared intentando escuchar.

- Jefe ¿entonces que vamos a hacer con él? –

- Tenerlo aquí prisionero no es suficiente, tenemos que descubrir que es lo más importante para él, para así dar el siguiente paso-

- Entonces algo importante como su familia o amigos, señor-

- Exactamente –

¡No ¡inmediatamente pensé en Michelle, a ella no le pueden hacer daño, no, si yo estoy aquí para protegerla, no dejare que le pongan un dedo encima, no lo permitiré- dije apretando la mandíbula y los puños ¿Quién estaba detrás de esto?

- Entonces empezare a investigar a su familia señor ¿puedo retirarme? –

- Puedes retirarte-

P.O.V MICHELLE

Son las diez de la noche y nada que llega, tengo un raro presentimiento y una fuerte presión en el pecho, como si presintiera que le hubiera pasado algo terrible, sé que discutimos, pero él jamás me abandonaría, jamás se iría sin decir ni un por qué. Decido ir a la policía

- Buenas noches –

- Buenas noches señorita ¿en qué puedo ayudarle? –

- Quiero reportar una desaparición-

- Hace ¿Cuánto me dice que desapareció la persona? -

- Hace unas cinco horas-

- Puedo anotarla, pero no puedo hacerla oficial todavía –

- ¿Por qué? –

- Solo se hace oficial si ha pasado veinticuatro horas desaparecida la persona-

- por favor, en ese lapso de tiempo, pueden matar o hacerle daño una persona, no me parece coherente esperar tanto-

- lo siento, reglas son reglas-

- Bueno, adiós-

Vuelvo a la casa con la esperanza de que lo encuentre allí, pero nada, sigue vacía, una casa tan grande solo para mí, cuanto vacío, me dirijo hacia la cama y me meto en las cobijas cerrando mis ojos deseando que al abrirlos al día siguiente el este al lado mío. Cuando despierto el lado de la cama sigue vacío, ahora si tenía oportunidad de ir a la policía ya habían pasado veinticuatro horas.

- Buenos días, oficial, ya pasaron 24 horas, ahora si tiene que hacerlo genuino-

- Si, ya ahora sí, puede sentarse a esperar para relatar como sucedió a la oficial Myers-

- Si, gracias-