L' Accord 【TodoBaku】

L' Accord

—¿Lo entendiste, Katsuki-kun? Estas a una sola mala acción y serás expulsado —declaro Aizawa, dejando de lado el soporte de su silla se inclinó hacia adelante de su asiento. Ambas manos estaban unidas sobre la mesa.

Bakugo Katsuki solo chasqueo la lengua antes de recibir un zape en la cabeza por parte de su madre después de salir de la oficina.

Katsuki observo una última vez hacia atrás, solo para ver como su padre bajaba la cabeza para disculparse y colocando sus manos dentro de sus bolsillos simplemente resopló antes de escuchar los regaños de "esa vieja bruja" -nombre con el cual solía llamar a su madre-.

Sin embargo, esos solo eran los recuerdos de esa agitada mañana, la cual llegó a su mente otra vez al hallarse aburrido en el tejado del laboratorio de ciencias, lugar que solía frecuentar para tomar alguna siesta.

—¡Hey Bakugo! —Saludo una chica de cabello rubio quien venía llegando junto a otro tipo de cabellera negra, en sus labios se dibujó una sonrisa llena de satisfacción— ¿Cómo te fue?

—Lo normal —bajo los hombros como si nada, ambos chicos se miraron y rieron.

Así era Bakugo Katsuki, un chico que le importaba una mierda todo.

—¿Vienes? —le llamó el de cabellera negra tras sisear con el cuello hacia las escaleras.

Si, para Bakugo era un día normal y corriente, entre el ir y venir de los hechos que siempre iban acompañadas con el desastre.

Al menos eso parecía ser cuando había sido visto por el presidente escolar; Todoroki Shoto con la caja de cigarros en las manos.

En ese momento solo pudo pensar en una sola cosa: "La cague."

Chisaki Kai fue "sutil", -si así podía decirlo-, como de costumbre usando aquel tono persuasivo y mirada llena de confianza, cuando le pidió que le guardase algo.

—Vamos, Bakugo, ¿Verdad que no tendrás problema alguno? —dijo él tras tomarle del hombro.

Katsuki soltó un bufido, realmente no es como si le importara sus problemas o el hecho de hacerle un favor, sin embargo claro estaba que sacaría al menos provecho de ello.

—Tch... Pero me debes una Chisaki.

—Sí, sí, claro, y si quieres, puedes servirte a placer, creo que te gustara su sabor —sonrió antes de irse.

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Era la última hora de clases, como de costumbre Bakugo fue el primero en salir tras terminar el examen de física, dando una vuelta por el lugar recordó los regaños de su madre.

Si llegaba en ese momento solo escucharía más palabrería de esa mujer. Llevándose una mano a un costado de la cabeza decidió matar un poco de tiempo antes de volver.

Así, detrás del salón de historia empezó a sacar algunas cosas de su mochila, entre algunos papelitos vueltos bolita. Su lápiz, borrador, un par de biógrafos y libros salió la pequeña caja blanca con rojo.

Y las palabras de Chisaki se repitieron en su cabeza.

«Sí, si quieres, puedes servirte a placer, creo que te gustara su sabor »

—¡Ja! ¿Acaso crees que soy tan patético como tú? —soltó a la nada, mientras limpiaba su mochila, colocando la basura en el bote más cercano se encontró con la caja en las manos y para su mala suerte frente a él, Todoroki Shoto.