C A P I T U L O 5

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- Escucha bien lo que va a suceder ahora, hijo.- Indicó el padre, sentado frente a Tanner mientras trataba de idear una manera de convencerlo.- ¿Recuerdas a Vanya?

Todo el cuerpo de ese muchacho se tensó al recordar todo lo que vió, escuchó y comprendió esa tarde.

- Si, mucho para mi gusto, de hecho.- Terminó diciendo el muchacho con increíble seriedad.

- Ella está en la clínica.- Informó el padre, a lo que él solo asintió.- Ella es la única que puede darnos un testimonio absoluto de lo que sucede ahí porque está a punto de cumplir la mayoría de edad, como tú.- Asintió indicando que continuara.- Necesito que me ayudes a cuidar de ella.- Tanner enarcó una ceja incrédulo.

- Te ayudé a conseguir las grabaciones ese día y ¿Ahora quieres que sea niñero?- Preguntó indignado.

- Hijo, no quiero tenerla sola y expuesta, por lo poco que sé esos hombres eran unos enfermos... No quiero que le pase nada más, ni a ella ni a Nat, pero de ella se encargará tu madre.- Informó.- Será solo hasta que salga de observación y la den de alta.

- Está bien.- Aceptó girando los ojos. El padre sonrió satisfecho y se puso de pie.

- Una cosa más hijo.- Tanner subió su mirada hasta su padre quién lo miraba con seriedad.- Necesito que le enseñes, aunque sea, a leer.

Algo en Tanner se alarmó. No podía ser posible.

- ¿No sabe leer?- Su padre negó con tristeza.

- Esos hombres nunca hicieron nada por ninguno de los niños. El dinero que yo enviaba para la casa hogar para que compraran útiles escolares y ese tipo de cosas... Eran usados para su beneficio personal.

- Papá ¿Vanya está bien?- Preguntó tras un minuto de silencio en el que sopesó todo.

Ante la pregunta, el hombre se sorprendió. ¿Estaba acaso su hijo preocupado por alguien más que no sea él?

- E- ella está bien, sus ánimos siguen como siempre, ya debes conocerla.- Asintió con una pequeña sonrisa de tranquilidad.- Pero, según los doctores, tiene todo desgarrado por dentro, no sé si me entiendes. Un cuadro de desnutrición severo, deshidratación y rupturas en huesos que jamás sanaron y que de milagro no le han perforado algo.- Algo en Tanner se desesperó, a esa chica le ha pasado de todo, es un milagro que esté viva.- Escucha, hijo, no te preocupes por ella, solo llévale mucha comida chatarra y estará bien, tal vez un poco sedada.- Tanner asintió y subió a darse una ducha mientras su padre salía de la casa con su portafolios.

"Mucha comida chatarra" pensó mientras el agua tibia de la tina caía en su cabello, "Entonces debo pasar primero por Mc'donalds y a comprar algunos dulces."

Sonrió al recordar el apodo que esa chica le había otorgado... "Money"

***

Ingresó a la clínica con miles de bolsas de comida en sus manos y comenzó a caminar con velocidad hasta el piso y habitación donde ella estaba. Al entrar a la habitación, una Vanya con los ojos cerrados yacía en la cama inmóvil.

Él se acercó a paso lento y se sentó a su lado y tomó su mano con suavidad, miró las marcas en todo su brazo y dedos, eran cicatrices atroces y faltaba sumarle las heridas frescas que tenía de aquel horrible castigo injusto. De la nada, Vanya abrió los ojos y lo miró para luego comenzar a reír y asustar a Tanner.

- Casi me provocas un infarto.- Reclamó tomando asiento a su lado.

- Ay no seas abuela, Money.- Se carcajeó la rubia de rastas.

- Pensé que dormías.- Dijo él con confusión.

- Me hice la dormida, es que cada tanto viene un doctor a ver cómo estoy y no me gusta cuando empieza a hacerme preguntas así que me hago la dormida.

Tanner comenzó a reír sin poder evitarlo, ella era tan ocurrente que sin intentarlo sacaba lo mejor de sí.

- Huele delicioso ¿Qué es todo eso?- Preguntó Vanya al ver todas esas bolsas de comida en el piso.

-Oh, cierto.- Tomó la primera bolsa, la de hamburguesas y papas fritas, con una bebida extra grande.- Te traje mucha comida chatarra, papá dijo que te gustaba.

Su mirada se iluminó y con desesperó tomó la bolsa para comenzar a abrirla con rapidez y sacar la enorme hamburguesa de su interior.

"Es feliz con tan poco." Burló con confusión Tanner.

- Muchas gracias.- Dijo con la boca llena para después tragar.- Moría de hambre, en este lugar solo dan Sándwiches con queso alienígena.- Quejó ella con una mueca que hizo reír aún más a Tanner, quién apoyó su cabeza en la camilla.

- Come con calma, o te ahogarás.- Advirtió él mirando atentamente a la chica comer con tal salvajismo.

- No me importaría ahogarme en esta delicia ¿Sabes?- Rió ella con Tanner de compañía.

- Cuando termines eso, comenzaré a enseñarte a leer.- Dijo él como una orden mientras le daba un sorbo a la bebida gigante de la chica.

Se detuvo de golpe, lo miró con cautela y tragó la comida para poder hablar. No daba crédito a lo que había escuchado.

- ¿Me enseñarás a leer?- Tanner asintió con una pequeña sonrisa mientras se estiraba en la silla.- ¿Lo dices en serio?- Volvió a asentir y una sonrisa enorme se posó en su rostro, la emoción la invadió por completo.- ¡Gracias, gracias, gracias!- Chilló de felicidad lastimandose el cuerpo.

- Calma o te harás daño.- Todo esto era tan raro, él estaba disfrutando de cuidar de ella y estaba preocupado. No daba crédito a lo que sucedía.

La puerta se abrió dejando entrar a un joven doctor un poco mayor que ellos dos, su cuerpo grande dejó a Vanya mirándolo atontada mientras Tanner fruncía el ceño.

"Solo yo estoy tan bueno como para que me mire así, ese tipo no es nada comparado a mí", riñó él en su interior.

- ¡Vaya! Al fin despierta.- Dijo el joven con una gran sonrisa blanca al ver a la chica con las mejillas cargadas de comida sin procesar.- ¿Qué tal la siesta de dos días, Vanya?- Hablo el muchacho con burla, ambos giraron los ojos.

- ¿Sabes, Jack? Por lo molesto es que no consigues novia.- Dijo Vanya riendo mientras él lanzaba una carcajada.

- De acuerdo, ganaste.- Vanya sonrió con suficiencia.- Ahora debes responder mis preguntas.- Ella giró los ojos.- ¿Cuando fue la última vez que viste menstruación?

- ¡Agh! No lo sé, no recuerdo haber visto sangre en mi cuca recientemente, si sabes a lo que me refiero.- Contestó ella vagamente.

- La desnutrición puede provocar no ver ciclo menstrual.

- Escucha, de todo lo que dijiste entendí "provocar", y pensé en que estás provocando que te golpee.- Al escuchar eso, Tanner no pudo evitar reír y Jack solo regaló una sonrisa triste para luego mirar al chico.

- Tú debes ser el hijo del señor Towers.- Dijo con calma y sonriendo, él asintió con superioridad.- Cuídala y si ves sangre salir de su "cuca" no dudes en llamarme.- Dijo el doctor antes de comenzar a caminar hasta la puerta.- Vanya, si no te sientes bien, avísame, por favor, ya es tiempo de dejar de hacerte la fuerte.

Ella solo bajó la mirada, tratando de evitar contestar a lo dicho cuando el hombre salió de la habitación dejando a los chicos sumidos en un silencio profundo.

- Vendré todos los días y no estaré al pendiente de tu vagina así que olvídalo.- Ella lanzó una carcajada mientras sentía liberarse de la tensión del momento.

- Ya enséñame a leer, Money.- Dijo ella con diversión mientras él sacaba algunas cosas de la bolsa a su lado con una gran sonrisa.

Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora