Capítulo 1: Alguien Hecho Pedazos

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-¡Mira Papá! ¡Mira! ¿A que es bonito?.-  mire fascinada la brillante piedra verde que tenía frente a mí.

-Oh tienes razón, ¿Porque no lo tomas? No parece que sea de alguien. Después de todo solo vivimos tu y yo en esta montaña.- cuando era muy pequeña, mi madre había muerto en un accidente y mi padre me llevó a vivir a una montaña solitaria. No sé porqué lo hizo, pero nunca me había detenido a pensarlo porque todos los días eran divertidos a su lado, se inventaba muchos juegos y muchas historias que me hacían pasar todo el día muerta de la risa.

Éste día no era la excepción, salimos muy temprano para ir a buscar algunas frutas para desayunar, fuimos un poquito más lejos de lo que acostumbramos a ir, así que era un terreno nuevo. Mientras usmeaba por ahí, una luz verde me había llamado la atención y por eso decidí acercarme. Voltee a ver a mi padre que estaba sonriendo y eso me dio ánimos de tocarla.

Y en cuanto lo hice, la piedra se transformo en un hermosa hada, su piel parecía hecha de nieve, su cabello, largo y ondulado, era de un hermoso azul que hacían juego con sus ojos ambar, su rostro parecía angelical, usaba un elegante vestido color blanco con destellos azules y cuando se puso de pie le arrastraba. La pequeña chica del tamaño de una muñeca se froto los ojos con sus diminutas manos y me miró fijamente, sonrió y voló hasta posarse en mi hombro. Con sus pequeños bracitos intento abrazar mi cara.

-¡Es un hada! ¡Es un hada!

-Vaya, parece que le caes bien, ¿Como piensas llamarla?

-Shuurei.

-¿Eh? Ese es un nombre algo raro.

-No se porque, pero se me vino a la mente. Así que ese será su nombre.- le dije mientras miraba el hada que danzaba en mi mano con felicidad.- ¿Te gusta?

El hada asintió con la cabeza.

-Vamos a enseñarle a Shuurei su nuevo hogar.

-¡Si!

Regresamos a casa poco tiempo después, mi papá me preparo un poco de pastel y mi comida favorita.

-Feliz cumpleaños número 14.- me dio un beso en la cabeza.

-¿Aaah? Enserió ¿Es hoy?, no lo sabía.

-Bueno, después de todo, estando aquí es imposible saber que día es hoy.

-¿Como sabes que es mi cumpleaños?

-Bueno, eso es porque cuando tu naciste, el árbol de cerezo que había traído de un viaje a Japón se puso en flor. Cuando nos cambiamos aquí, plante ese mismo árbol para jamás olvidar ese día.- señaló el árbol que estaba fuera de la puerta.

-Wooow.

-Además de otras cosas que tu no vas a entender porque eres demasiado joven como para entenderlo, veras, durante el cambio de estación...

-¡Ya me aburrriiiiii!.- dije tirándome encima de la mesa como si estuviera media muerta. Shuurei hizo lo mismo que yo.

-¡¡Oye no seas grosera!! Pero en fin, quiero darte algo. Probablemente este sea el regalo más importante que jamás te he dado.

-¡¿Que és?!.- pregunte ansiosa. Mi padre fue a nuestra habitación. Regreso con una espada y la dejo frente a mí.

-Hija mía, ¿Recuerdas que una vez te conté que cuando las personas terminan sus misiones en este mundo, regresamos al cielo junto con nuestros seres queridos?

-Si.

-Bueno, si algún día termino mi misión aquí, no quiero que llores ni que culpes a nadie, mucho menos sentir rabia. Esta espada me perteneció durante una época y se que te protegerá cuando eso suceda. Otra cosa muy importante, en cuanto te quedes sola, ve a la Orden Negra. Ahí te entrenarán para convertirte en exorcista y proteger a todo el mundo con tu poder. Se que tienes lo necesario para hacerlo, Shuurei es muestra de ello. Apuesto que cuando se lo pidas, ella también te protegerá.

Innocence (AllenxReader) (FINALIZADO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora