Sueños

En mis sueños

Sentí como si estuviera cayendo en un vacío interminable, el lugar en donde me encontraba era transparente y cálido. Parecía que me encontraba dentro de un océano vacío, no era consciente quien era, solo estaba hipnotizad@ por el ambiente.
De un momento a otro me encontraba en el cuerpo de un anciano, me sentí@ extraña, sabía en mi interior que no era mi cuerpo, pero con naturalidad, seguía haciendo sus cosas cotidianas, me vesti, acomode mi traje, no quería estar desprolijo, cruce la calle, casi sin darme cuenta como un instinto, toque la puerta de mi vecina.
Espere unos minutos , y la señora salió, sus ojos estaban llenos de pena, reflejaba una angustia profunda, casi conteniendo la respiración habla.
- Señor *****, que le trae por aquí. ( Era como si hubieran bloqueado esa parte, no pude escuchar mi nombre).
- Vengo a traerles buenas noticias, su hijo estara bien, ya no debe preocuparse.
Algo atónita, ella piensa sus palabras.
-*****, gracias, se ve que a tenido su momento de lucidez, pero lamentablemente mi niño se encuentra en estado crítico, se que va a durar poco este instante, pero usted tiene Alzheimer, mi niño no está en el mismo estado que antes, es muy frágil ahora.. así que si me disculpa *****, debo ir a visitarlo.
- Lo se, se que ha hecho mucho por mi, reconozco el cuidado que me ha dado, ha pesar de mis falencias como padre cuál perdió a sus hijos debido a mis errores, no podré traerlos con vida.
Pero déjeme decirle algo, ha hecho algo maravilloso para este pobre viejo me dió años de vida, me cuido como un padre, y yo ahora quiero devolverle ese regalo, quiero que su hijo viva, quiero que el.....
Sentí como mi pecho se estrujaba  mi corazón paraba, siento como caigo y me desplomó contra la entrada de la casa, todo se pone en blanco, la escucho gritar, pero ya es tarde, mí alma había sido intercambiada no podía recordar, pero de a poco me venían fragmentos casi como un susurro. En esa caída podía escuchar... una voz, casi como un llamado silencioso, me había olvidado por momentos no recuerdo, pero estoy destinado a vagar de esta manera momentánea así como una parca.
Una que concede deseos, por así decirlo ,pero más que nada uno en específico, darle la vida al otro por la tuya. No sé en qué momento fui cread@ de esta manera, es como si una fuerza me atrayera a estos cuerpos.
Julio era el nombre de este pobre anciano, víctima de un error en la carretera, había quedado destrozado luego de la muerte de sus hijos. Considerado arriba como un alma digna, casi muerto por dentro, como un objeto inanimado ,esperaba su muerte. Hasta que llegó su vecina Rory, lo conocía desde hace años, lo llevaba de paseo, cenaba con el, y se encargaba de iluminar un poco ese pobre corazón.
El podía sentir que una parte de él volvía a vivir una vez más , pertenecía a una familia, jugaba con los niños, anhelaba ver esas pequeñas sonrisas y disfrutaba verlos crecer, a veces imaginaba que sus hijos lo hubieran hecho también. Hasta que un día Colen su hijo mayor enfermo, parecía algo leve, pero poco a poco fue carcomiendo su cuerpo hasta dejarlo en un punto crítico, mientras que Julio empezaba a olvidar, los años hacían su trabajo, y su cuerpo era reflejo de ello.
Pero casi como un grito dentro suyo lo pude escuchar, el quería dar su vida por ese chico, lo deseo tanto que llegue hasta aquí.
Me encuentro tranquil@ de estar mirando que el muchacho se recuperó, el tendrá una larga vida. Mientras que el anciano de encuentran en camino a su próxima reencarnación.
Son pocas las veces que puedo sentir sentimientos, solo en los momentos que me encuentro adentro de sus cuerpos.
Me siento triste, pero una tenue felicidad dentro de cada uno de ellos.
Cómo olvidar a esa pobre pequeña, se llama Mariella, un alma tan inocente, había perdido una de sus piernas debido a algunos problemas en su nacimiento, desde entonces se ha adaptado, a pesar de ser rechazada y ser llamada fenómeno por llevar una pierna ortopédica, siempre corría feliz, le hacía compañía, ella podía verme, decía que era Hermos@, ella me puso un nombre *luna*, porque brillaba igual que ella.
En unas de nuestras tantas charlas ella me habló de un hombre, Dorian quién había donado algo, a su mami y gracias a él, ella se puso mejor. Ella deseaba que el estuviera bien, le habían amputado sus dos piernas debido a una enfermedad que padecía. Lo que ella no sabía que esa enfermedad era cáncer y cada vez le quedaba menos tiempo en este mundo.
Creo que nunca había deseado algo, pero en ese momento pedia por favor al universo que esas palabras no salieran de esa pequeña.
- Luna quiero que el viva.
Y casi como algo omnisciente dentro mío, tuve que preguntar
- Darías tu vida por el?.
- Si, gracias a él mí mami está conmigo, no quiero que su familia este triste.
-.... Puedo cumplir ese deseo... Lo siento mucho, pero espero que tu y tu mami puedan reencontrarse en la otra vida.
No le pude dar tiempo a que ella respondiera me encontraba ocupando su alma. Me dirige adentro de la casa donde el señor Dorian, festejaba su 8 sesión de quimio, sus lágrimas recorrían sus mejillas.
- No llores usted viviría unos años más, se lo prometo.
Empecé a llorar y baje las escaleras de la casa, sentía como sus recuerdos pasan como una película, era como si algo la invadiera, sentí como me desvaneci en el patio. Estábamos parados junto a él cuerpo, pero no podíamos hacer nada el pacto estaba sellado. Caímos juntos en ese océano vacío, ella cayó con más rapidez desvaneciendo entre el.
Ahora entiendo a veces olvidó que soy una parca destinada a caer en el puente hacia la otra vida, esperando ese llamado silencio, esperando cumplir ese deseo, de dar la vida otro.