Página treinta y uno

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Los primeros meses del embarazo fueron los más difíciles pues Harry sufrió muchas náuseas, vómitos y mareos.

Louis buscó trabajo y finalmente lo encontró en un restaurante de comida rápida a unas calles abajo de la Universidad.

Eso no les dejaba mucho tiempo libre para verse y pasar tiempo juntos, por lo que todo era más estresante para Harry.

Cuando llegó al sexto mes este tuvo que dejar el trabajo y fue un poco más complicado aún pues además de pasarse horas y horas lejos de Louis, estaba la preocupación de tener todo preparado para la llegada de su hijo y el dinero no les alcanzaba.

Cuando llegó al sexto mes este tuvo que dejar el trabajo y fue un poco más complicado aún pues además de pasarse horas y horas lejos de Louis, estaba la preocupación de tener todo preparado para la llegada de su hijo y el dinero no les alcanzaba

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Los demás chicos hacían todo lo posible por ayudarle y hacerle compañía pero eso no alcanzaba para apaciguar la tristeza del ojiverde, el cual se ponía a llorar en cuanto podía.

Eso fue minando la relación entre la pareja por lo que muchas veces terminaban discutiendo y el ojiazul se iba a dormir a la fraternidad dejándolo solo nuevamente, aunque luego a la mañana siguiente en cuanto se veían, se reconciliaban.

El final del embarazo coincidió con el fin del curso y las vacaciones de verano, por lo que todo mejoró bastante, a pesar de que Harry estaba tan pesado que apenas podía moverse y eso entorpececía un poco el poder mantener relaciones.

Una buena opción fue el llegar al clímax sin penetración, así que, Harry y Louis se amaron y se hicieron pajas y mamadas mutuas hasta que finalmente, agitados y satisfechos se quedaban dormidos.

Cuando al fin llegó la última semana del embarazo, los nervios de los chicos estuvieron a flor de piel y tanto el ojiverde como los demás aguardaron impacientes la llegada de Mandy, la preciosa niña de tres quilos seiscientos que nació mediante un...

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Cuando al fin llegó la última semana del embarazo, los nervios de los chicos estuvieron a flor de piel y tanto el ojiverde como los demás aguardaron impacientes la llegada de Mandy, la preciosa niña de tres quilos seiscientos que nació mediante una cesárea.

—Oh Dios es hermosa...me pido ser el padrino—dijo Niall en cuanto la tuvo en sus brazos—Por favor, Harry...eligeme.

—Claro Ni...tu eres mi mejor amigo...eres como mi hermano y te mereces ese privilegio.

—Gracias amigo, muchas gracias.

—Gracias amigo, muchas gracias

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Bueno pues esta historia está llegando a su fin, espero que os este gustando mucho y os quedéis hasta el final, gracias.

❤❤❤

33. Hasta que nos volvamos a encontrar. TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora