AL LÍMITE CAPÍTULO 6

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El carro del duque estaba estacionado frente a la gran residencia de Robert Bell Ardlay, era muy bella sin duda, una mansión ubicada a las afueras de Oxfordshire.

En la ceremonia del memorial, Terry solo vio a Candy sentada a lo lejos al lado de Albert. Observó al rubio decir unas palabras muy emotivas dedicadas a su padre y agradeció a todos los presentes por sus muestras de afecto y cariño hacia Robert Bell Ardlay.
Terry, sin duda sabía por lo poco que lo trató que había sido un buen hombre, al final del servicio se iba acercar a Albert y Candy pero su padre lo detuvo por el brazo.

—Aquí no Terry, en la comida te acercaras a ella, te conozco y no estas para dar un espectáculo aquí, se lo celoso que puede ser un Granchester —con un gesto de molestia hizo caso a su padre y se apresuraron a salir del recinto antes de ser vistos.

Entraron a la gran Mansión y personal del servicio tomaron sus abrigos.

—Busca a Candy hijo, yo iré con Albert, necesito hablar con él para dar mis condolencias.

Terry buscó entre los invitados y no la encontró, la casa estaba llena de gente, camino a un gran salón donde encontró colegas corredores.

—¡Grancheter! —dijo la voz de un rubio de ojos verdes detrás de él palmeando su hombro—. Que bueno que estas devuelta es un gusto verte, no en estas circunstancias con la perdida de Robert, pero me alegra tanto que estes bien, siento tanto lo de Charly.

—Gracias Niko —respondió—. Ya sabes hierba mala nunca muere —río Terry de modo burlón.

—No cambias Granchester, siempre tan...

—No lo digas, lo sé, agradezco tus palabras y es verdad, sé que no soy la mejor persona, pero la vida a decidido darme una segunda oportunidad y no la desaprovechare.

—¿Lo dices por él amor Terry? —mencionó una tercera voz acercándose a ellos.

—¡Stear! ¡amigo...! Que gusto verte aquí —se abrazaron dándose una palmada en la espalda.

—¡¿Amor...?! —mencionó Niko, acaso es posible que que Granchester sucumbio a los encatos de una mujer, lo ultimo que supe es que salías con aquella reportera Marlow, y después hubo el rumor que te habías casado con alguien, pero yo no fui digno de conocer a la afortunada, debe ser muy especial para que este Playboy haya sucumbido.

—¡Sabias que eres un idiota Niko! —mencionó molesto Terry.

—Pues mira, si es por caer rendido a los pies de una mujer, dejame decirte que yo también soy un idiota, conocí a una linda chica y estoy dispuesto a todo con ella, creo que te entiendo Terry.

Stear solo carraspeo, el sabia muy bien de quien se trataba no era nada menos que Candy, y sabía muy bien el chico de lentes y cabello castaño que si Granchester se enteraba que Niko era el pretendiente de su ex esposa iba arder el infierno entre ellos dos, de por si ya tenian grande rivalidad en la pista de carreras no en balde estuvieron a punto de llegar a los golpes más de una vez.

—Terry —dijo Stear, tratando de cambiar el tema rápidamente—. Creo que esto es muy aburrido, conocer de las historias amorosas de Niko, ven saludemos a Daniel Ricciardo, si supiste que este año formará parte del equipo Renault, y Lewis Hamilton, amigo esta mejor que nunca, creo que esta temporada que viene será algo emocionante para todos, muy reñida y con tu regreso Granchester nos esperan grandes cosas, estamos muy contentos todos de que estés tan recuperado de verdad.

—Gracias Stear, eres un buen amigo, se que tus palabras son sinceras, siempre te has portado como un hermano y por lo tanto quiero pedirte un favor. Quiero saber de Candy, donde está viviendo y que es Albert de ella.

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