A las 3 de la mañana Ashley me marcó y me dijo que papá ya estaba consiente y estaba descansando. Papá podía desesperarme pero me preocupa. A pesar de todo era mi padre. Ya estaba más tranquila y decidí descansar.
Caminaba en la oscuridad y del otro lado del túnel podía ver a un hombre ya grande, con unos ojos hermosos.
Me miro y se dirigió hacia la luz. Decidí seguirlo, sin saber a donde se dirigía. Mientras más caminaba hacia la luz sentía que más me alejaba de ella. Corrí y corrí lo más que pude para lograr alcanzar a aquel hombre. Solo corría en vano. Tropecé con una roca, me golpeé la barbilla y me comenzó a sangrar, pero eso no me detuvo. Me levante y seguí corriendo para poder alcanzarlo. Estaba apunto de llegar a la luz blanca cuando escuché el grito de mamá. Desperté de repente, intrigada por poder ver lo que se encontraba en al otro lado de la luz.
Era ya medio día. Me dirigí a la cocina para desayunar. No había rastro de mamá. Anoche ella y Richard se había ido a un crucero como luna de miel. Tendríamos la casa sola por un par de semanas. Al entrar a la cocina encontré a Erick, en su teléfono como siempre.
-Pido la casa para este fin-dijo sin mirarme.
-No se de que me hablas.-dije con un tono bajo.
-Hare un fiesta el viernes. Por si pensabas hacer una o cualquier tipo de reunión. Yo pedí la casa primero.-y entonces me miro esperando una mala respuesta de mi parte. Solo asentí y me dirigí a servirme un poco de jugo de naranja que Teresa había hecho. Después de un rato llego Mia buscando que desayunar.
-Saldré con mis amigas.-dijo indiferente. Al ver que no hubo respuesta de mi parte prosiguió. -Llegaré un poco tarde- dijo esperando mi desaprobación y formulando lo que me diría a continuación.
-Esta bien. Solo asegúrate que no sea muy tarde y llegar completa aquí.-dije sin mirarla. Me levante del banco y salí de la cocina. Me la pase pensando en aquel sueño mientras me preguntaba si este tenía algún significado y si así era ¿cual era?Salí de bañarme. Me puse un pantalón de mezclilla con una blusa de tirantes rosa claro y unos tenis del mismo color. Baje las escaleras para irme y se me ocurrió tomar prestado uno de los coches de Richard. No creí hubiese algún problema. Entre a su oficina y tome las llaves del porsche azul rey. Era precioso. Textee a los chicos que podía pasar por ellos. Antes de irme me despedí de Noah. Le di las indicaciones prudentes y le dije que no tardaría. Lo invité pero se negó. Prefirió quedarse viendo series en Netflix.
Después del cine, comimos y dimos unas cuantas vueltas a la plaza. Entramos a la tienda de H&M para poder ver ropa y tal vez comprar una cuanta. Estaba sentada en la banca de los probadores en espera de Katherine. Texteaba con Noah para saber cómo se encontraba. Un hombre llamó mi atención, era grande, era alto, un poco canoso. Me parecía muy familiar. Lo mire para poder recordar donde lo había visto. Desvíe la mirada al suelo y se me vino a la mande como un rayo fugaz. El hombre... era el de mi sueño, quien se encontraba al otro lado del túnel. Me levante del banco y mire en su dirección pero ya no se encontraba. Camine para búscalo. No podía haber ido tan lejos, pero no tuve éxito.
La duda me comía. ¿Quien era ese señor? ¿Que quería? Llegue a casa y Llame a mamá, para saber cómo estaba. Al parecer todo se encontraba muy bien.
Ya eran cerca de las 12 am. Noah ya estaba en su recámara y yo esperaba a que Mia volviera. Me encontraba en el sofá con pijama viendo una película de Netflix. A media película me levante al baño y cuando salí escuché unos pasos en la cocina. Al principio pensé que era Noah o Mía que entró por la puesta de atrás para que no la regañase. Fui a ver si era verdad. Al entrar a la cocina todo estaba oscuro, solo podías ver por la luz de la luna que atravesaba las ventanas. -¿Noah?-pregunte insegura. Me acerqué más a la sombra que se encontraba sentado en un banco de la isla.-¿Mía?-dije incierta y me acercaba más a la sombra al estar frente a frente a ella lo vi. Era el hombre de mi sueño, el de la tienda. Llevaba unos vaqueros azul marino, una chaqueta del mismo color, una playera negra y unas botas de casquillo cafés.
-¿Cómo entraste?-dije asustada y me pegue donde se encontraban los cuchillos.
-Oh, querida. Lo siento, no creí que te asustarías-dijo. Se levantó del banco y se dirigí hacia a mi con una sonrisa.
-No se acerque.-dije temerosa y me sentí aun más nerviosa y con miedo. Quería huir de ahí, no sabía cuales eran las intenciones de aquel sujeto.-Llamaré a la policía.-dije amenazándolo.
-Tranquila. Ni te haré daño. Jamás lo haría.-esto último lo dijo de una manera particular que un escalofrío recorrió mi cuerpo.
-¿Quien es? ¿Que quiere?-dije intentando distraerlo para poder dirigirme a la puerta. Me miro profundamente, su mirada era fría y misteriosa. Sonrió y entonces contesto.
-Nathaniel me ha dicho que no has hecho caso a su llamado.-se dirigió al banco donde se encontraba sentado.
-¿conoce a Nathaniel?-dije sorprendida por ambos. ¿Cómo es que el lo conocía? Y pues yo no conocía muy bien a ese tal Nathaniel.
-Claro. Yo lo envié a buscarte-dijo tranquilo y tomo una manzana del frutero plateado que se encontraba en el centro de la isla.
Recordé lo que Nathaniel había dicho. "Tú padre te busca" al parecer era este señor loco.
-Así que usted es el señor loco que se dice ser mi padre.-dije tranquila y dirigiéndome hacia el banco que se encontraba frente a él.
-No digo. Soy tu padre cariño.-dijo muy seguro de lo que acaba de decir.
-Mi padre se llama William.-dije defendiendo mi sangre. Miro su manzana y le dio una mordida. Negó con la cabeza y se rio.
-Eso es lo que te dijo tu madre.-dijo levantándose nuevamente del banco. Y dirigiéndose a mi lugar.-Olivia querida. Hay muchas cosas que no sabes de tu madre.-acaricio los cabello y ante su tacto voltee a verlo.-Ven conmigo y te lo contaré todo.-dijo y se dirigió a la puerta por la que podías salir de la propiedad. Esto abrió mi curiosidad. Mamá no había querido contarme sobre su pasado ni su familia. Todo lo que se de ella es a partir de qué quedo embarazada de mi. Toda mi vida lo había entendido porque ella siempre había sido muy reservada. Pero había muchas cosas que me intrigaban sobre ella. Me levante del banco y me dirigí hacia donde él.
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El secreto de Olivia.
Teen FictionOlivia es una chica de 17 años y sus únicas preocupaciones son su familia, graduarse y entrar a la universidad. Pero todo cambia cuando rascando en el pasado de su madre encuentra un secreto y su verdadero origen, ella no creía en los seres divinos...