Capítulo 24: Do you get me high?

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Fueron un par de fotos que le llegaron a su celular que descompusieron completamente el rostro de Crystal, quien hasta ahora se había mantenido tranquila, a pesar del día que había tenido. En realidad, se había estado conteniendo por su hermana, sentía que como hermana mayor debía ser ahora el pilar de la familia. Pero las fotos que recibió eran de un número desconocido.

Las observó una a una, y luego llevó su celular al bolsillo. V no había visto de qué se trataban, pero era mejor no comentar aquello aún.

- ¿Sucedió algo? ¿Es Jumin? – preguntó él, preocupado.

- No, no te preocupes. – dijo ella, volviendo a sonreír amablemente. V suspiró, pero no insistió más. Solo dijo un par de palabras, de las que más tarde Crystal se acordaría.

- Sabes que puedes contarme lo que sea. Estoy tanto para ti, como para Jumin. Ambos son mis amigos, y más aun si eres la hermana de la mujer que quiero. – dijo él, sonriendo con dulzura. Crystal asintió frenéticamente, y evitando su mirada, entró en su casa.

Adentro la esperaba la cena, la cual comió sin mucho ánimo. Emily, Kyouya y V conversaban tranquilamente, y estos dos haciendo preguntas acerca del lugar, de la infancia, entre otras cosas para saber más sobre las hermanas. Emily contó unas historias divertidas, tratando de distender un poco el ánimo, pero al mirar el rostro de su hermana pudo también notar que no estaba bien, de hecho, ni siquiera estaba escuchando la conversación. ¿Estaba así por la muerte de sus padres, o por otra cosa?

Crystal se despidió rápidamente, y subió hasta su cuarto, mientras V se encargaba de lavar los platos junto Emily y Kyouya.

- ¿Le sucedió algo? – preguntó Emily a V. Este último alzó los hombros, sin tampoco estar muy seguro de lo que había sucedido. - ¿De qué hablaron?

- De ti. – dijo él, sonriendo. Se acercó para darle un beso en la frente, mientras Emily se sonrojaba y miraba de reojo a Kyouya, que los ignoraba deliberadamente. – Pero no fue eso lo que la puso mal. Fue antes de entrar, recibió un mensaje. Debe ser algo que vio, pero no me quiso contar más. – Emily suspiró.

- Así es mi hermana: la mártir. Ya contará cuando tenga las cosas más claras y no a flor de piel. – dijo ella, con un tono de tristeza, mientras Kyouya ponía mucha atención a la conversación.

Mientras tanto, Crystal ya se encontraba en su cuarto. Era de color blanco, con un par de líneas en ciertos rincones, color rosa pálido. Tenía un colgador repleto de tutú, una caja repleta de zapatillas de ballet, y sus herramientas para acomodarlas. Un mueble de 5 pisos repleto de discos de temas tan variados como clásicos, un escritorio con una bailarina gigante en él, además de un afiche del Ballet Nacional mostrando la obra El Cascanueces, además de un par de grupos de rock.

Cerró la puerta con cuidado, y se dirigió a la gran cama que estaba en el centro, y se sentó como pudo en ella, casi a traspié. Sacó el celular del bolsillo de su pantalón, y vio nuevamente las tres fotos que le habían llegado a su celular. ¿De qué se trataba todo eso? ¿Por qué le llegaban esas fotos? Hizo zoom en ellas, para tratar de asegurarse que sus ojos no la engañaban. Se trataba de tres fotos distintas: La primera era Jumin solo con unos bóxer negros, atando a Elisa a una cama, mientras ella solo tenía la ropa interior, negra también. La segunda, eran ellos besándose, en aquella misma cama, y ella también atada. La tercera era Jumin penetrándola, empujándola sobre el respaldo de la misma cama, con los brazos de Elisa envolviéndolo, pero atados entre sí, ya no a la cama, con marcas en los muslos, mientras la afirmaba fuertemente. Las fotos estaban tomadas de una especie de cámara en el techo, pero todo se podía ver perfectamente bien.

De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora