Capítulo veintisiete

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Las cosas estaban siendo rápidas casi cómo la primavera llegando. Lizbeth vio a Nueva York cambiar de estación lentamente del frío hacía días más cálidos desde el rascacielos que llamaba casa.

Central Park era su lugar preferido mientras paseaba a Frankie junto con Emma. Su pequeña había asistido a dos fiestas de cumpleaños, de dos compañeros de guardería y parecía estar siendo mucho más sociable con todo el mundo. Y hablaba, mucho.

Tomó la revista entre sus manos viendo una foto suya y de Max caminando tomados de la mano, bajo el título de 《¿Un nuevo amor para Máximo Woods?》

Dentro había más tomas de ambos cenando con los amigos de su novio junto con Chloé.

Liz no era muy fan de las redes sociales además de que le parecía más seguro no tenerlas... Asi que los medios no tenían nada de ella salvo su nombre.

Miró la foto entre las páginas, él se veía tan alto, frío y fuerte, a su lado parecía una muñeca. Sus cicatrices se veian mucho mas marcadas debido a la luz del flash. Pero de alguna manera se veían bien juntos. Aunque todo aquello la tenía nerviosa, habían tenido citas bastantes íntimas lejos de la ciudad y siempre recibía lindos regalos en su puerta.

Miró las flores sobre la mesa del comedor.

Dulce...

¿Entonces por qué se sentía intranquila? ¿Por qué tenía ese presentimiento raro?

Había encontrado algo de sangre en una de las sudaderas de Max, pequeñas gotas pero sin embargo no había visto ningún corte en sus manos... Además faltaba ropa, siempre compraba nuevas prendas pero ¿dónde estaba la faltante? Había unas zapatillas que jamás había vuelto a ver...

¿Estaba viendo demasiado netflix? YOU estaba empezando a jugarle malas pasadas...

Se rió de si misma negando... Estaba siendo ridícula.

Pero jamás había ido a su oficina... Sus trajes apenas eran usados.

Mordió su labio mirando su teléfono.

-¿Hola?

-¿Estás ocupado? -Dijo ella con una sonrisa en su voz.

-Algo... -Un ruido extraño se escucho al otro lado de la línea y luego un gemido ahogado.

-¿Máx...?

-Espera bebé, estoy en medio de algo... Ahora vuelvo.

La llamada fue silenciada y Liz miró la pantalla en verde sin entender.

-Listo. Dime.

-Estaba pensando en llevarte algo de comida al trabajo... ¿Podría ser?

-¿Al trabajo? ¿Mi oficina?

-Claro.

Hubo silencio al otro lado de la línea unos segundos.

-Si estás ocupado...

-Claro que no... Tan sólo es que estoy con muchas reuniones hoy... Quizás otro día.

-Está bien.

-Tengo que colgarte bebé.

-Te veo más tarde...

Bebé, había empezado a decirle así hace algunos días. Desde luego sonaba mejor que nena...

Se dirigió hacia su habitación tomando la colada limpia y planchada. Estaba enloqueciendo dentro de la casa, no era tan grande cómo para necesitar ayuda pero había lugares que no valía la pena limpiar día a día porque no eran usados... No tenía espacios verdes y el único lugar verde de todo Manhattan siempre estaba lleno de turistas.

Grizzly (Parte I) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora