I N I C I O

1.7K 89 2
                                    

Odiaba de él hasta su piel, esa piel que me fascinaba allí en el pueblo, cuando en mitad de las altas hierbas secas, me ponía a soñar. Su piel ya no me parecía blanca, sino amarilla, a veces rosa.

– Ken Bugul


.

Despreciable pasión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora